La nueva legislación laboral pondrá coto a una temporalidad del 32% en Granada

La norma, que se ha negociado durante nueve meses en el marco del diálogo social –con el granadino Gerardo Cuerva, presidente de Cepyme, sentado en la mesa de diálogo– irá imponiendo sus criterios de manera paulatina para poner coto a la elevada temporalidad que afecta al 32,37% de los trabajadores en la provincia, según la última Encuesta de Población Activa. Es una cifra que está muy por encima de la tasa española del 26,02%, que se pretende corregir para reducir la brecha con la media europea, del 13,6%.

Los sindicatos UGT, CC OO y los expertos en Derecho Laboral consultados coinciden en que la reforma que pretende modernizar el mercado de trabajo español supondrá un importante giro para las relaciones laborales en una provincia donde se ha «abusado» de la temporalidad y de los contrataciones en fraude de ley.

En Granada, según datos de la última EPA, hay 89.900 asalariados temporales que irán viendo modificados sus contratos, conforme venzan, para adaptarlos a las nuevas modalidades que contempla la reforma (por circunstancias de la producción o por sustitución) o tendrán que pasar a ser indefinidos.

Una de las piedras angulares y el gran cambio de la nueva legislación es la desaparición del contrato por obra y servicio –el que más ha contribuido a incrementar la burbuja de la temporalidad– en el horizonte de septiembre de 2022. Estos contratos han sido muy frecuentes en la provincia en sectores como hostelería, comercio y servicios en general. Según los datos del SEPE, el 40,5% de los 410.918 contratos firmados en Granada entre enero y noviembre del pasado 2021, fueron de esta modalidad que se extingue con la reforma.

De éstos, 135.264 (un 81,3%) tenían una duración indeterminada. Un dato en el que ponen el foco CCOO y UGT para concluir que estos contratos se han utilizado indebidamente para cubrir puestos estructurales.

«Partimos del hecho de que se ha venido utilizando mal, ya que sólo se podía usar para actividades que no fueran las normales de la empresa. Por ejemplo, un hotel que contrata a un informático para desarrollar un nuevo programa de gestión; pero no serviría para contratar recepcionistas», explica de forma gráfica Juan José González, socio del departamento de Derecho Laboral del bufete HispaColex.

El letrado, experto en asesorar a las empresas, incide en que se ha abusado de estos contratos de forma sistemática «para probar al trabajador con una falsa expectativa de que son más baratos».

También la profesora y doctora del departamento de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social de la Universidad de Granada Sara Guindo Morales abunda en que ha sido habitual la utilización en fraude de ley de este contrato para cubrir puestos estructurales. «La consecuencia jurídica para el trabajador, en caso de litigar en tribunales era la conversión del contrato a indefinido», esgrime Guindo.

Por su parte, el secretario general de UGT Granada, Juan Francisco Martín subraya la importancia de que desaparezca este tipo de contratación que permitía temporalidades que en ocasiones llegaban a los cuatro años y recuerda que, con la nueva norma, solo podrán concertarse contratos temporales, ademas de por interinidades, por incrementos ocasionales imprevisibles de la producción u oscilaciones de la demanda por un tiempo máximo de seis meses, ampliables a doce si así lo establece el convenio colectivo sectorial de turno.

«En Granada donde sin duda tendrán más efecto será en los sectores más estacionales, en las campañas de Navidad, la temporada estival, la temporada de nieve, las campañas agrícolas, por un periodo máximo de noventa días al año no consecutivos», apunta Martín.

Los efectos de la reforma laboral –que tendrá que ser convalidada en el Congreso o tramitarse como proyecto de ley– no tardarán más allá del primer semestre del año en empezar a reflejarse en un descenso de la temporalidad en las estadísticas laborales, según los expertos consultados. Sin embargo, discrepan sobre las bondades del impacto que la norma tendrá en el mercado laboral de la provincia en cuanto a la generación de empleo.

Para el especialista de Derecho Laboral del bufete Revelles Abogados, Pompeyo Gabriel Ortega Lozano, traerá efectos «muy positivos». «Nos encontramos ante una reforma equilibrada que da una imagen de estabilidad laboral muy importante, no solo a nivel de decisiones empresariales nacionales, también hacia el exterior», analiza el profesor, que también ve la norma beneficiosa para las empresas en tanto que se pone «paz en el debate que había sobre la derogación integral de la reforma laboral del 2012 y que terminaba afectando a las decisiones empresariales». «Esto genera seguridad y confianza, lo que seguro se verá reflejado en la economía», concluye.

Su colega del Departamento de Derecho del Trabajo y la Seguridad Social de la UGR, Sara Guindo, coincide en que se ganará estabilidad en el empleo en «prácticamente todos los sectores de la provincia». «Eso no tiene que ser algo negativo para el empresario, todo lo contrario: se debe apostar por una alta cualificación de la plantilla», opina.

Pese a considerarla «necesaria», la experta duda de que la reforma ayude a fomentar el empleo en este escenario aún de incertidumbre, donde sectores como hostelería, gran peso en la provincia aún están muy tocados. «Eso sí, todo parece indicar que el empleo existente se desarrollará en unas condiciones más dignas y decentes para el trabajador», alega.

El que tiene clarísimo que la norma, aunque reduzca la temporalidad, traerá efectos negativos en el mercado laboral granadino «en tanto que implica menor flexibilidad y mayor rigidez» es el socio del departamento de Derecho Laboral del bufete HispaColex, Juan José González,

«Granada es una provincia principalmente de servicios, con mucha estacionalidad y el hecho de limitar la contratación temporal encajará mal. Además se sube el coste de indemnización de los fijos discontinuos, ya que se tendrá para el cálculo el periodo de inactividad», resume.

En opinión del experto asesor de empresas, no se va a crear el empleo esperado. «Las empresas no van a hacer tantos contratos temporales y recurrirán a medidas alternativas como aumento de jornada laboral en contrato parcial y la distribución irregular de jornada. Lo cierto es que cuando hay necesidad de personal, se deberá recurrir al indefinido por seguridad, aunque la definición actual sí permitirá situaciones que se dan en Granada por trabajo en las campañas de rebajas, navidad, terrazas... También habrá conversiones de contratos temporales en fijos discontinuos», subraya.

Desde la perspectiva sindical, el secretario general de CC OO, Daniel Mesa cree que para esta Reforma Laboral solo hay una lectura posible: «Ganamos derechos». «La reforma supone transformar por completo las relaciones laborales granadinas por varios aspectos: en primer lugar limita la precariedad y con ello la incertidumbre de los trabajadores y trabajadoras a la hora de abordar su vida. Pero, además, supone un fortalecimiento de su participación en la empresa y evita otros incumplimientos, lo que nos puede llevar, por ejemplo, a mejorar la formación, la disminución de la siniestralidad laboral e incluso al aumento de la productividad de las empresas, sentencia.