El metro por el Centro: un proyecto de 2003 que murió por querer enterrarlo

Cuando José Torres Hurtado (PP) aterrizó en el Ayuntamiento granadino cambió por completo el modelo. En el verano de ese 2003, ya decía que un metro en superficie por el Centro sería como elefante en cacharrería y que alteraría la vida tranquila de las principales vías de Granada, que estorbaría a coches y peatones. El PP quería una línea soterrada que uniese Constitución y la Hípica por calles secundarias como Ganivet o San Juan de Dios. Este nuevo periodo de alegaciones, hizo que la línea por el casco histórico cayera en el olvido y nadie reparó porque el conflicto entre administraciones –de distinto partido– se centró en meter bajo tierra el metro por el Camino de Ronda. La línea por el Centro murió por querer enterrarla.

La Junta quiso entonces meter su metro en superficie por los ojos y difundió un cedé con imágenes virtuales del 'tranvía' recorriendo Puerta Real. También dijo que el modelo de Torres Hurtado no era viable pero que no querían una guerra abierta y hacer un metro sin el respaldo del Ayuntamiento.

Este choque de trenes se resolvió con una victoria para el Ayuntamiento que consiguió el soterramiento por Camino de Ronda. La Junta no quería que hacer túneles por el Centro retrasase y encareciese el proyecto y el gobierno de Torres Hurtado no veía tan caro el sobrecoste. Finalmente, la 'Línea 2' quedó aparcada sin haberse nunca puesto en marcha. Y se quedó como un debate latente que se resolvió con la LAC.

En la campaña electoral de 2007, José Torres Hurtado (PP) sorprendió prometiendo un tranvía sin catenaria entre el Palacio de Congresos y Caleta que iba a pasar por el Realejo. Iba a ser algo más caro y se podía construir en unos tres años. Su contrincante en aquella contienda electoral, Javier Torres Vela (PSOE), apostó por plantear un metro circular por el Centro para restringir el tráfico privado.

Torres Hurtado ganó por mayoría y seguían las discusiones por la 'Línea 1' mientras no se descartaba la realización de este tranvía para recorrer el Centro.

Finalmente, se dejó a un lado este revolucionario tren, que existía en muy pocas ciudades de Europa, y se creó la Línea de Alta Capacidad (LAC), un autobús para recorrer las calles más céntricas que se inauguró siete años más tarde, en el verano de 2014. Tras las críticas de los vecinos, este modelo no cuajó y Granada dijo adiós a la LAC –cuatro años más tarde– y volvió al anterior mapa de autobuses.

El socialista Francisco Cuenca recuperó el debate de la 'Línea 2' el verano pasado. Defendieron que era su proyecto estrella y se lo llegaron a presentar al presidente de la Junta, Juanma Moreno. Sienten que les escucharon pero que no les hicieron caso.

Ahora, también con el calor del estío, el gobierno municipal del PP ha planteado a la Junta que recupere la segunda línea por el Centro. Así, 16 años más tarde de aquella primera idea del PSOE y del rechazo de los populares, este partido vuelve a poner ese metro sobre la mesa.

Y la Junta está receptiva pero cautelosa, según transmiten desde la consejería de Fomento. Primero, antes de dar cualquier paso, habrá que analizar la viabilidad de ese metro por el Centro y de otras opciones que favorezcan a despejar el Área Metropolitana. Que se va a estudiar una ampliación de la línea actual del metro es una realidad. Los resultados se podrá conocer en breve y pondrán fin a una historia que comenzó hace 16 años. O empezará otra que puede durar también algún tiempo. Todo va despacio en Granada. Hasta el metro: más sus pasos previos que su tránsito por los raíles.