Pisos turísticos en Granada
El matrimonio que convirtió una vieja casa comprada en Wallapop en imán de turistasHumberto y Samantha son los propietarios de una de las 7.300 nuevas viviendas de uso turístico abiertas en el último año en Granada
Honey's House en Las Gabias es el sugerente nombre de una de las 7.310 nuevas viviendas turísticas que se han estrenado en este ... último año en Granada. Sus propietarios son Humberto Ortiz y Samantha Lunn, él granadino del Zaidín y ella londinense, que han reformado una vieja casa del pueblo, al lado del consultorio, en una coqueta vivienda turística que no ha podido comenzar con mejor pie.
Además de matrimonio desde hace doce años, Humberto y Samantha son socios en la empresa de construcción que fundó él como autónomo y que ahora tiene diez empleados, Multiservicios Humberto. «Somos constructores y nos encanta la reforma y la decoración, así que en esta casita hemos querido expresar lo que sabemos hacer, que fuera nuestro lienzo. La encontramos por casualidad en internet, en Wallapop, la vendía un señor mayor que estaba cansado de inmobiliarias y estaba para tirarla completamente», explica el propietario.
«Teníamos unos ahorros de una casa que vendimos en Málaga y queríamos invertir en algo extra, la intención inicial era alquiler de larga duración, pero nos ha quedado tan bonita que optamos por alquiler turístico», añade.
La vieja casa les costó 30.000 euros y han invertido más de 35.000 en una reforma que la ha convertido «en una chulada» que enamora a. «Llevamos apenas dos meses en Airbnb, todavía no nos conocen, pero ya hemos recibido cinco reservas y estamos muy contentos. La respuesta de los turistas es buenísima, le está encantando», esgrime.
La inversión, por el momento, también está resultando rentable. En dos meses su vivienda turística ha ingresado 1.200 euros. «Con muchos menos días consigues la misma ganancia que un mes completo y el desgaste de la vivienda es menor», opina. El matrimonio está tan ilusionado con su nuevo proyecto que ya sueña en reformar otras viviendas y convertir la casa de los 'honeys' (cariño en inglés, que es como llama Samantha a su marido) en una franquicia.
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