«Menos mal que fue poco a poco, si no acaba el autobús en el río»
La empresa de transportes de Málaga propietaria del vehículo confirma que, tras la revisión del taller, falló el freno de man
Viaje de vuelta a Málaga. Un autobús con 47 pasajeros para a comer en un restaurante de El Fargue, en Granada. Hasta ahí, una escena ... cotidiana en cualquier carretera. Sin embargo, ese viaje tuvo un desenlace inesperado.
El conductor, Andrés, estaba comiendo también, pero «le dio por asomarse para ver cómo estaba el vehículo», como suele hacer. Sin embargo, el panorama que se encontró fuera no lo vio venir. El autobús quedó suspendido en el aire por su parte trasera en un terraplén. «Imagínate el susto cuando lo vio», cuentan desde la empresa para la que trabaja, MarSur.
Desde la compañía de transportes malagueña confirman, tras llevar el vehículo al taller, que «falló el freno de mano». Afortunadamente no por completo, por lo que «el bus se fue desplazadon poco a poco y se quedó encajado, si no acaba en el río».
El chófer avisó de inmediato a las autoridades. La Policía Local de Granada acudió al lugar de los hechos y coordinó con Bomberos el 'rescate' del bus, en el que no había nadie subido en ese momento. Una tarea que se prolongó durante tres horas.
Mientras tanto, Andrés dio aviso a la empresa, que movilizó otro autobús desde Málaga para recoger a los 47 pasajeros varados en el restaurante Padilla de El Fargue. También, tras devolverlo por completo a tierra firme, lo trasladaron directamente a un taller en la capital de la Costa del Sol para realizar una revisión que aclarara lo sucedido.
El freno de mano «falló». «Como había una pequeña pendiente, se fue cayendo lentamente hacia atrás», explican desde MarSur. Agradecen la labor de Policía y Bomberos de Granada, y se congratulan de que haya quedado en «un susto» sin consecuencias para su conductor o los pasajeros que transportaba.
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