La locura del litro de aceite a 9 euros en el supermercado: ¿Cuando bajará el precio?

La vertiginosa escalada del precio del aceite da ya miedo y no solo a los consumidores, sino a todo el sector que ve cómo el consumo ha caído más de un 30%. «Es una pena esta situación, con todo el esfuerzo que se ha hecho para conseguir aumentar el volumen de ventas de un producto de calidad, en el que somos líderes mundiales», reflexiona el director de Dcoop, Rafael Sánchez Puerta. El precio del litro de aceite oliva virgen que llegó a caer a dos euros en 2019 y 2020, dibujaba desde el pasado año una línea ascendente, en el contexto inflacionario, pero el pasado mes de mayo cuando el calor que arrasó la flor de muchos olivos sentenció la campaña 2023/2024 a una baja producción, marcó un gran punto de inflexión.

La cotización se disparó al ser conscientes los operadores de la falta de disponibilidad de producto español se iba a prolongar otra campaña. Según datos del observatorio de la Federación Española de Industriales Fabricantes de Aceite de Oliva, el litro de aceite de oliva cotiza en origen a 8,3 euros en este mes septiembre, un 49% más caro que en mayo.

En el supermercado, el precio medio del litro, según los últimos cálculos de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) que ha estudiado 19 marcas en diez cadenas, se eleva a 9,42 euros de media, pero en algunas marcas supera los doce euros. Un escenario inédito y desconcertante en el que planean las preguntas del millón: ¿Hasta cuándo seguirá el precio disparado y hasta dónde va a llegar? Todos expertos consultados coinciden en que la lluvia condicionará la respuesta. «En mi opinión estamos en la cresta de la ola, cerca del pico, se mantendrá o bajará, no puede subir más», analiza el representante del sector del aceite en Cooperativas Agroalimentarias, Rafael Almirón.

«Lo que está pasando era previsible, no hay más volumen de aceite para vender y después de una cosecha tan corta, de 660.000 toneladas el final de campaña iba a ser absolutamente tenso. El precio está influenciado por las expectativas de la cosecha siguiente que vuelve a ser corta en una situación climática extrema», apunta el director de Dcoop.

La tensión se prolongará porque el enlace de campaña, el stock que queda de la anterior, es muy corto, no llegará a las 250.000 toneladas, por lo que será otro año sin disponibilidad. Tampoco fuera de España les va bien al resto de países productores. «Si el consumo no aguanta o si llueve los precios bajarán, pero el año va a ser tenso», resume el director del grupo empresarial que aglutina a veinte cooperativas de Granada.

En la misma línea se expresa Luis Torres Morente, consejero delegado de la mayor comercializadora de aceite granadina, Maeva. «Si viene una lluvia razonable aún hay margen de mejora, pero partimos de un enlace de campaña que técnicamente es cero por lo que sin duda el año va a ser tenso».