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Arcuri vuelve con su hijo menor a Italia tras otro pulso judicial
La querella presentada por el hermano por supuestas coacciones se ha tramitado como denuncia y no paraliza el intercambio del menor
Francesco Arcuri recupera a su hijo. En torno a las 12.15 de la tarde, el coche de la expareja de Juana Rivas abandonaba los ... juzgados de La Caleta con el menor, de once años. Los agentes cambiaron el sentido de la circulación y escoltaron el vehículo con un furgón de la Policía Nacional y un coche de la Policía Local de Granada. Padre e hijo ponían rumbo directo al aeropuerto para abandonar España en dirección a Cerdeña para así volver a Cagliari, su localidad de residencia.
A los abogados y los padres del hijo menor de Juana Rivas se les citó con media hora de diferencia en los juzgados de La Caleta donde recibieron instrucciones de la jueza de Primera Instancia número 3, un juzgado de familia, para proceder a la entrega.
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Para evitar una «sobreexposición innecesaria» del menor a raíz del último intento de intercambio el pasado martes, la jueza ordenó que se hiciera en la más estricta intimidad y que solo hubiera un acompañante, los abogados, por cada uno de los progenitores. Juana Rivas llegó a las 9.05 horas junto a su abogado, Juan de Dios Ramírez. A las 09.35 hizo lo propio Francesco Arcuri con su letrado, Enrique Zambrano. La jueza dispuso que la entrada se haría directamente a través del garaje del complejo judicial «sin interrupciones ni paradas previas innecesarias». De hecho, el tribunal tenía monotorizados los vehículos de los dos padres.
El encuentro del padre con su hijo se produjo en la Sala Gesell del complejo judicial de La Caleta en presencia del equipo técnico compuesto por psicólogas y trabajadoras sociales designadas al efecto para realizar la entrega «en las mejores condiciones posibles». El acto se realizó «preservando en todo momento la privacidad del menor y sus progenitores y sin interferencias de ningún otro tipo, evitando al mismo tiempo más exposiciones públicas».
Según informó el Tribunal Superior de Justicia, antes de proceder a la entrega del menor, la magistrada de Primera Instancia estuvo a la espera de que la magistrada del Juzgado de Instrucción número 9 resolviera las medidas cautelares solicitadas en una querella presentada la jornada previa por el hijo mayor de la expareja. En ella se requería la suspensión de la orden de entrega de su hermano menor.
La titular del Juzgado de Instrucción rechazó con el apoyo de la Fiscalía la adopción de las citadas medidas cautelares, lo que posibilitaba la finalización del proceso.
Rechazo y despedida
La madre permaneció en compañía de su hijo y con el equipo de psicólogos a la espera de la resolución. Cuando se confirmó el rechazo a las medidas cautelares, se despidió de su hijo y abandonó las dependencias judiciales sobre las 11.00 horas de la mañana.
El juzgado tuvo que pedir a Rivas que llevara el pasaporte y la maleta de su hijo
La jueza, que pidió un informe al personal del Punto de Encuentro Familiar tras el primer intento comentaba en el auto que ordenaba la entrega sobre los diversos incidentes en el acceso al punto de encuentro. Explicaba en el escrito que el pasado martes la progenitora entró en el punto de encuentro familiar sin el menor, y al preguntar por él, se empleó la expresión: «Ella ha venido y ya ha cumplido». Sin embargo, el menor no accedió al servicio hasta casi 20 minutos después junto con su hermano mayor y una psicóloga privada que manifestó haber trabajado con ambos, «influyendo el excesivo acompañamiento» en la frustrada entrega.
Compromiso de la madre
De hecho, la jueza hace hincapié en que desde el punto de encuentro familiar le trasladaron que no dejaban al menor a solas porque, «literalmente», decían que lo convencerían para que se fuera.
Como no se hacía constar en el informe de los trabajadores si en el intento del martes el niño llevaba consigo sus pertenencias, la jueza tuvo que requerir a Juana Rivas que preparara una maleta y el pasaporte del menor, «dado que en las imágenes emitidas por los medios de comunicación el menor no llevaba pertenencias».
La titular del juzgado de familia remachaba y recordaba que la ejecución de la orden era inevitable, por lo que demandó el compromiso de que Juana Rivas acudiría a la entrega y el niño estaría preparado para su marcha.
El equipo de Juana Rivas agotó las vías que le quedaban para tratar de impedir el reintegro del menor a su padre, Francesco Arcuri. El Ministerio de Justicia apuntó la noche anterior a la entrega que no había nada que se pudiera hacer para suspender la orden, ya que son los juzgados son los únicos competentes.
Por otra parte, la Audiencia Provincial de Granada ordenó investigar a la madre de Maracena por sustracción de menores, al considerar que podría haber provocado la puesta en marcha de la medida cautelar que mantuvo a su niño en España tras concluir el periodo vacacional de Navidad.
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