El encanto de los siete pequeños núcleos de un pueblo rural de Granada
Pitres, Capilerilla, Atalbéitar, Ferreirola, Mecina, Mecinilla y Fondales ofrecen en La Alpujarra alta una experiencia variada y rica en naturaleza y mundo rural, cada uno con su propia historia y atractivos
El municipio alpujarreño de La Taha está compuesto por los pueblos de Pitres, Capilerilla, Atalbéitar, Ferreirola, Mecina, Mecinilla y Fondales. Sus orígenes, según algunos estudiosos, ... se remontan a la época romana. Todavía hoy podemos encontrar restos arqueológicos que nos hablan de la importancia que tuvo este conjunto de pueblos en el tiempo de los árabes. En esta época llegó a ser famosa la calidad de la seda que producía, sus aguas curativas y las batallas que tuvieron lugar entre los cristianos y los moriscos, siendo ésta la causa que llevó a Felipe II a concederle a Pitres el título de villa, por su valentía.
Actualmente, los turistas y visitantes pueden disfrutar de lugares con mucho encanto, con castaños centenarios, fuentes naturales, ríos, caminos, senderos, eras morunas, pilares, lavaderos... También posee vitas excepcionales. Este nido de pueblos blancos es un lugar maravilloso para descansar, pintar, hacer deporte, practicar la fotografía, investigar, estudiar... Este variopinto municipio es también un lugar idóneo para las personas que huyen del turismo bullicioso y de las ciudades. Este municipio, que cuenta con esmerada oferta turística, artística, gastronómica y cultural, ofrece al visitante el silencio y la frescura de sus valles. Todo esto y mucho más han hecho que en los siete pueblos se hayan asentado artistas, artesanos, músicos, escritores… de España y otros países.
Pitres, digamos que es la 'capital' de La Taha y centro geográfico de la agrupación de pueblos. Dispone de varios barrios que se articulan en torno a una plaza que antiguamente fue lugar de armas durante la rebelión de los moriscos en el siglo XVI. Actualmente, en ella se alza la iglesia, construida sobre los cimientos de la antigua mezquita. Gracias al catedrático Juan González Blasco, sabemos que en una de sus visitas, Federico García Lorca se fotografió en la plaza de Pitres. Una instantánea da fe de ello.
Capilerilla es el núcleo más alto del municipio de La Taha. Desde su privilegiada situación (más de 1.400 metros de altitud) ofrece unas vistas estupendas. Aun conserva restos del templo más antiguo de toda la comarca. En este pueblo vivió Eugenio, el 'hombre del tiempo'. La fisonomía de Capilerilla conserva un sabor muy genuino con un hábitat disperso. El célebre Nacho Cano tiene casa en este lugar desde hace bastantes años.
Atalbéitar, antiguo barrio del veterinario, es un antiguo anejo de Ferreirola y juntos formaban un solo municipio. Está situado bajo un poblado mozárabe de la mezquita de Busquístar. Algunos de sus manantiales tienen propiedades curativas. Ferreirola, casi oculta por su emplazamiento entre barrancos. Solo la torre de su iglesia nos advierte de su presencia. La calidad de sus fuentes es grande. Centenares de personas visitan cada año la 'Fuente de la Gaseosa'. Dicen algunos expertos que es única en La Alpujarra porque conjuga aguas ferruginosas con gas natural.
Mecina es el núcleo principal del antiguo municipio de Mecina-Fondales. Es el segundo pueblo más grande de La Taha. Podemos destacar su iglesia y su trazado urbanístico perfectamente adaptado al terreno. También dispone de un manantial de 'agua agria'. Mecinilla es una maravilla. El ya desaparecido y recordado pintor José Ortuño la plasmaba todos los años en sus lienzos de lino. Al igual que los demás pueblos cercanos y hermanos posee tinaos y terraos, huertos, paratas y bancales.
Fondales es el pueblo que está más al fondo de un barranco. Su arquitectura apenas ha sufrido cambios, lo que lo convierte en uno de los más puros y bien conservados de La Alpujarra. Tiene un histórico puente medieval que salva el río Trevélez. El camino que dispone de dos aljibes, atraviesa la antigua ruta que unía y sigue uniendo La Taha con Órgiva. Posee también varias fuentes de aguas minero-medicinales. En Fondales se encuentra, entre otras cosas, el Museo de Cerámica Antigua de Lars Pranger y el importante taller de cerámica de su hija Emily. En la casa de esta familia pasó muchos veranos el hispanista Gerald Brenan.
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