El juez Calatayud: «La pluralidad de la escuela de hoy es el futuro de mañana»

«Ha llegado el momento de que no toleramos recortes a nuestra libertad de enseñanza, porque nos jugamos el futuro de nuestros hijos y nuestra democracia». «La pluralidad de la escuela de hoy es el futuro de mañana», continuó.

En su lectura, el juez aseguró que «no aceptamos el modelo de exclusión radical de la Ley Celaá, que lleva a los centros de educación especial a su progresiva desparición pese a la satisfacción de las familias implicadas». Por esta razón, pidió al Gobierno recursos para atender a los alumnos con discapcidad en los colegios concertados y también en los especiales».

No se le escapó al juez Calatayud el aspecto laboral. Por eso argumentó que la Ley Celaá pone en peligro los puestos de trabajo, «y una ley debe garantizar y mejorar las condiciones laborales y las jornadas de los docentes y del sericio de administración de la red concertada y educación especial».

También denunció que a través del control político de la educación «asistimos a una agresión a la libertad de conciencia en favor de una ideología laicista». «La asignatura de religión, explicó, que se cursa con absoluta normalidad en todos los países europeos, es una opción mayoritaria de las familias españolas que la eligen libre y voluntaria cada año. Su voluntad debe ser respetada».

Llegó entonces a la traca final, la de las reclamaciones, declaraciones, alertas y exigencias. «Reclamamos al Estado que financie los centros públicos y concertados para garantizar la gratuidad real de ambos, no como sucede en la actualidad, y respetando la naturaleza e idiosincrasia de cada centro».

Y más. «Declaramos que no nos cansaremos ni cejaremos ni decaeremos durante la tramitación de la Ley si ni se modifica suficientemente. Denunciaremos el atropello que estamos sufriendo, pediremos a los grupos políticos presenten recursos de inconstitucionalidad, solictaremos la responsabilidad de los partidos para que especifiquen su compromiso de derogar la ley, recurriremos a las institiciones euroeas», encadenó las peticiones. «Alertaremos con la interposición de contenciosos cada vez que se cierre una unidad concertada con demanda social», añadió

«Desde aquí, al igual que en otras ciudades de España, llamamos a la sociedad y a los ciudadanos para que se muestre el rechazo absoluto a la ley. Hay que parar la Ley Celaá. Stop a la Ley Celaa», manifestó el juez Calatayud.

Y terminó: «Es por nuestros hijos, nuestra sociedad, nuestra democracia, el futuro de nuestro trabajo. Sí a la libertad de enseñanza, pluralidad educativa. Sí a la posibilidad de educar en libertad, pensar y creer en libertad».