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«Imagínate nuestra indignación»: Vueling deja en tierra a cientos de viajeros en Granada tras cancelar cuatro vuelos
La compañía, que alegó «motivos operacionales», suspendió este sábado los vuelos entre Barcelona y Granada (17:10 y 20:30 horas) y Granada-Barcelona (19:15 y 22:45)
La historia de Vueling con Granada se ha convertido en la historia de una frustración. O más bien, de cientos de frustraciones (en plural). Las ... de los más de cuatrocientos pasajeros que este sábado se quedaron en tierra, por ejemplo, tras la cancelación de los vuelos entre Barcelona y Granada de las 17:10 y las 20:30 horas, y los que deberían haber completado el trayecto inverso, entre Granada y Barcelona, a las 19:15 y las 22:45 horas. La compañía alegó en su página web «motivos operacionales», una justificación que lógicamente no satisfizo a nadie y no evitó que se vivieran momentos de tensión tanto en el aeropuerto del Prat como en el Federico García Lorca, donde los viajeros indignados llegaron a golpear el cristal del mostrador de Vueling.
La cola para formalizar reclamaciones ante la oficina de Vueling se extendía por toda la terminal. Nadie disimulaba su enfado por la suspensión y por las alternativas que se estaban ofreciendo: reubicar a la gente en otras conexiones de Vueling entre Granada y Barcelona, con la importante salvedad de una espera de al menos dos días (hasta este lunes), y la habilitación de un autobús.
Y es que la decisión de Vueling de no operar este domingo por la tarde entre Barcelona y Granada (y viceversa) coincidió con una de las jornadas clave del verano, con decenas de miles de personas viajando hacia sus destinos vacacionales y viceversa. Era el caso de María, Mari Carmen y Beatriz, tres amigas que hoy tendrían que estar bañándose en las playas de Cerdeña y que se quedaron en Granada. «Imagínate nuestra indignación», comentaba Beatriz con ojos de haber llorado. Después de no haber podido volar este sábado desde Málaga con Ryanair, compraron un billete sobre la marcha para hacerlo desde Granada (300 euros cada una). Tendrían que haber cogido un ferri y hacia Cerdeña esta madrugada. «Hemos perdido la conexión, la reserva de hotel y a todo ello súmale el coste del parking diez días en Granada», explicaba María.
«Tenemos que trabajar»
Eduardo y Elena también tendrían que haberse subido al avión en Granada a las 19:15 horas. «Nosotros tenemos que trabajar el lunes, pero la primera opción de desplazarnos con Vueling no sería hasta ese día, con lo cual no nos vale», señalaba Eduardo, que por sus circunstancias personales y laborales manifestaba que lo que más le convenía era el autocar. Casi novecientos kilómetros por carretera, unas ocho horas y media, cuando por vía aérea apenas se tardan unos cincuenta minutos.
Tanto en Granada como en Barcelona se vivieron momentos de tensión cuando Vueling comunicó las cancelaciones (en Granada sobre las 18:00 horas, después de anunciar retrasos en la hora de salida desde las 15:00 horas). María Jesús esperaba a una amiga que venía desde Barcelona al entierro de su hermano esta mañana en Granada. «Así que no le ha quedado otra que montarse en el coche y conducir toda la noche para llegar a tiempo para el funeral», comentaba María Jesús.
Efectivos de la Guardia Civil y guardias de seguridad del Federico García Lorca controlaron el orden y escucharon las quejas y el malestar de los usuarios en otro día negro de Vueling en Granada.
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