La gran metamorfosis de la vega de Granada tras la muerte del tabaco
Radiografía agraria ·
El espárrago y el olivar han hecho crecer la superficie más fértil de Granada, que tiene hoy 8.711 hectáreas más en producción que cuando desapareció el cultivo tabaqueroEl acuífero de 22 kilómetros de longitud y diez kilómetros de ancho –oro puro– que ha recogido durante siglos el agua de Sierra Nevada convierte ... a la tierra que se concentra en el curso del río Genil en la más fértil y rica de toda Granada.
Un vergel que, históricamente, ha tenido un 'cultivo milagro' como motor protagonista de la economía de Granada. En el siglo XIX fueron el lino y el cáñamo que abastecían a las industrias de cordelería, tomó el testigo la remolacha al calor de la potente industria azucarera que decae hacia 1930 y el último relevo como rey de la vega lo coge el tabaco, que llegó a tener tres mil cultivadores granadinos en los años Ochenta del pasado siglo al servicio de la factoría de la Compañía Española de Tabaco en Rama (Cetarsa).
«Los productores tenían una economía diversa que aseguraba su supervivencia, cultivaban tabaco pero también frutales, patatas...», recuerda el último gerente de la Sociedad Agraria de Transformación (SAT) que agrupó a los cultivadores de tabaco, Cristóbal Blanco Sánchez.
El cierre de Cetarsa en 2001 marcó el principio del fin del tabaco en Granada y un cambio de modelo en la vega. «Hasta 2006 nos estuvieron comprando tabaco pero en 2010 ya se acabó. La gran mayoría de los cultivadores empezaron a poner espárrago», resume el último 'guardián' del tabaco.
De 2.206 hectáreas de tabaco cultivadas en la vega en 1996, año de los primeros registros de la consejería de Agricultura, se pasó a la mitad en 2005 y a partir de ahí llegó la reducción progresiva hasta las 423 del año 2010, marcado como simbólica fecha de defunción del cultivo en Granada, que a partir de entonces fue reduciendo su peso hasta ser testimonial. Los años 2021 y 2022 son los primeros en los que no se cultivó ni una hectárea de tabaco en la vega.
El fin de las ayudas fue decisivo, pero según Blanco, hubo más factores que acabaron con el cultivo que marcó la vega. «Cetarsa nos fue dejando kilos colgados, fue desilusionando a los productores hasta que nos dio la puntilla, pero la muerte del tabaco también vino de mano de los propios cultivadores que no supieron conservar lo que tenían», apunta.
«Ahora hay demanda en el mercado pero ya es imposible recuperarlo, el tabaco es laborioso y quien lo deja no vuelve. También la administración publica, que se deshizo de su responsabilidad tiene la culpa de no haber preservado un cultivo histórico en Granada», lamenta.
Tras la desaparición del tabaco, la metamorfosis de la vega ha experimentado una metamorfosis marcada por un retroceso general de la superficie de herbáceos (ajos, maíz, cebollas, patatas etc.) que pasaron de ocupar 14.744 hectáreas a quedar reducidas a un tercio de esa superficie en la actualidad (5.524 hectáreas).
«La vega se ha ido transformando en función de la demanda de los tiempos y el mercado»
Celia Santiago
Delegada territorial Agricultura de la Junta de Andalucía en Granada
No solo ha cambiado la tipología de los cultivos, también el modelo de fincas familiares está perdiendo terreno en favor de las explotaciones más grandes en manos de empresas.
«El futuro de la vega dependerá de que seamos capaces de apostar por un producto de cercanía»
Manuel del Pino
Secretario de ASAJA Granada
El secretario de la organización agraria ASAJA en Granada, Manuel del Pino, subraya la expansión espectacular del espárrago que ha pasado de concentrarse en Huétor Tájar, Villanueva y Loja a cultivarse a las puertas de Granada capital.
«Tenemos una vega que rotaba cultivos y ahora tenemos productores con solo uno. La rentabilidad ha disminuido en los últimos años, pero la vega tiene futuro. Dependerá de la dotación de agua y de que seamos capaces de apostar por un modelo de producto cercano, de kilómetro cero con la calidad que da la vega», analiza Del Pino. El director general de la Federación de Cooperativas Agroalimentarias de Granada, FAECA apunta, por su parte, a las bondades del modelo cooperativo como la clave del auge del espárrago. El 85% de este cultivo está controlado por cooperativas.
«El modelo cooperativo es la clave del crecimiento del espárrago»
Gustavo Ródenas
Director Federación de Cooperativas Agroalimentarias
«Granada se ha hecho fuerte en producción y comercialización de espárrago y esto está dando seguridad y tranquilidad a los agricultores. Hemos trabajado mucho buscando mercados, lo que garantiza la rentabilidad al agricultor, otros productos no están así de organizados y dependen de la especulación», observa Ródenas.
En su opinión, el futuro de la vega no pasa por un cultivo estrella sino por la diversificación, «porque no nos lo podemos jugar todo a una carta», pero apostando por el desarrollo «dentro de un entorno cooperativo y profesionalizado».
«A la vega le falta una mirada global»
Clara Aguilera
Europarlamentaria del PSOE y experta en Agricultura
Producir sin saber a quién se le va a vender es, también a juicio de la eurodiputada socialista Clara Aguilera, experta en agricultura, el gran mal de la vega de Granada, que adolece en general de una buena estructura comercial, pese a la riqueza de la tierra.
«En la vega nunca se ha hecho un plan agrícola de reestructuración. Lo único que funciona es el espárrago y también está en pequeñas cooperativas. Las ciudades demandan cada vez más productos cercanos y se debería derivar la producción hacia la agricultura ecológica, pero hace falta un modelo y una mirada global», sentencia.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión