La garduña, el segundo animal carnívoro más abundante en Granada: «Puedes verlo en el Salón o el Albaicín»
Se trata de un mamífero perteneciente a la familia de los mustélidos que puede encontrarse en diversas zonas de la provincia, incluso en puntos de Granada capital
Hace unos días los agendes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) tuvieron que actuar en Jaén para rescatar unos ejemplares de garduña que ... se encontraban atrapados en el interior de una piscina vacía. Tras sus tareas de rescate, pudieron poner a salvo a dos de los animales después del aviso telefónico de un ciudadano. Sin embargo, no hubo suerte con una tercera garduña que, debido a las altas temperaturas y la inanición, ya estaba muerta.
Pero, ¿qué hacían allí esos animales y hasta qué punto es frecuente encontrarse con ellos en núcleos urbanos? Según cuenta a IDEAL José María Gil, investigador del departamento de Zoología de la Universidad de Granada, se trata de una especie «muy oportunista» que vive en hábitats muy diversos. «Se distribuye por toda Europa y gran parte de Asia. En la Península Ibérica es uno de los carnívoros más comunes», explica. De hecho, señala que en Granada, después del zorro, «es el carnívoro más distribuido y abundante».
Se trata de un mamífero que pertenece a la familia de los mustélidos, que es la misma que la de los hurones, las comadrejas, los tejones y las nutrias. Tiene un tamaño mediano y suele pesar en torno a los dos kilos de peso. Y debido a esa personalidad «oportunista» sí que es frecuente toparse con ellos incluso en la ciudad. «En Granada están desde en la vega de Motril hasta a 3.000 metros de altitud en Sierra Nevada. No es raro que hagan incursiones por el Paseo del Salón, por la Alhambra o el Albaicín, incluso en la Facultad de Ciencias hay al menos un ejemplar asentado», asegura.
«En Granada están desde en la vega de Motril hasta a 3.000 metros de altitud en Sierra Nevada»
José María Gil
Investigador del departamento de Zoología de la Universidad de Granada
Por este motivo, es bastante frecuente dar con ella en pueblos y ciudades. Una especie que se encuentra protegida en el Convenio de Berna, relativo a la conservación de la vida Silvestre y del medio natural de Europa y a nivel nacional en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (Lespre) y que cumple «funciones muy importantes». «Tras un estudio comprobamos que era muy importante en Sierra Nevada para dispersar semillas de plantas porque consume muchos frutos en otoño, juega un papel clave en ese sentido», dice Gil.
Sobre el caso concreto de Jaén, donde estaban esos ejemplares dentro de una piscina vacía, el experto de la UGR explica que la caída de fauna silvestre a piscinas y balsas de riego son «muy frecuentes».«Buscan beber agua, entran y después no pueden salir. Las balsas de riego, especialmente las que tienen fondo de plástico, son peligrosísimas para ellos».
Pero basta con ofrecerles un poco de ayuda para solucionar la situación: «Con ponerles una escalera o un palo saldrán por su propio pie, así que es algo que se puede resolver fácilmente y sin llamar a nadie». Eso sí, si los animales están en mal estado sí que es importante contactar con los agentes del Seprona. En cuanto a las precauciones que hay que tener en cuenta al encontrarse con una garduña, Gil detalla que son las mismas que con un gato callejero. «Si lo coges te va a morder porque no deja de ser un animal salvaje, pero más allá de eso no tiene ningún peligro», finaliza.
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