La explicación de un experto de la UGR sobre la crisis logística y de suministros
Muy pocas fábricas del mundo pueden producir tecnología puntera y su atasco revertirá en unos altos precios que todavía se mantendrán
A la crisis del sistema global de logística y suministros se ha sumado en los últimos meses la de algunos materiales, como los semiconductores, que ... son esenciales para toda la industria tecnológica y otras como la automovilística. Francisco Jesús Gámiz, catedrático del departamento de Electrónica y Tecnología de Computadores de la Universidad de Granada, señala que la problemática en este caso es un poco distinta porque, explica, «el silicio es uno de los materiales más abundantes sobre la corteza terrestre». Los focos de preocupación en este caso tienen que ver con el pequeñísimo número de empresas que pueden fabricar estos componentes esenciales. Se pueden contar con los dedos de una mano y se reparten entre Taiwan y Corea del Sur. El resto de manufactureras «van mucho más retrasados» y no pueden desarrollar tecnología «puntera», explica Gámiz.
Aunque la pandemia ha agravado la situación por el cierre de estas industrias durante algunos períodos, el catedrático considera que esto «es algo que se veía venir aproximadamente desde 2018». En aquel momento los observadores del sector comenzaron a comprobar que «algo no funcionaba bien» y la capacidad de producción no podía atender toda la demanda de componentes electrónicos como tarjetas gráficas o microprocesadores. Sí comparte con la crisis logística que parte de este problema es de tiempos. «Antes de la pandemia cada industria tenía sus ritmos y se iban adaptando, pero estos calendarios se rompen». Los fabricantes de coches se han visto directamente afectados por esta nueva situación.
La única solución a este problema, considera Gámiz, es construir más fábricas que puedan encargarse de este trabajo. Pero no es coser y cantar: poner en marcha una requiere años de esfuerzo e inversiones muy elevadas, y normalmente tienen que ser desmanteladas y reformadas cada pocos años para mantenerse al día. La primera programada para completarse, ya en 2024, se situará en Estados Unidos. La Unión Europea no tiene de momento ninguna, se queja el catedrático, pese al interés de algunas de sus mayores potencias –Alemania y Francia– en dejar de depender de los gigantes asiáticos y a que el continente sea uno de los principales productores de conocimiento y patentes sobre estos temas. El camino pasa en su opinión por impulsar producción propia y no tener que depender tanto de factores coyunturales en territorios sobre los que no se puede actuar.
De momento, reconoce este experto, lo único que se puede hacer es esperar. Es «muy difícil aventurar» una fecha de vuelta a la normalidad. Para 2022 y 2023, de momento, no se esperan grandes cambios. Habrá que seguir esperando para comprar electrónica a buen precio.
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