La crisis del transporte provoca una caída de hasta el 40% en las importaciones en Granada
Pese al descenso en la cantidad de materia que se trae del extranjero, los costes continúan elevándose y las empresas creen que la situación se alargará
El sistema mundial de transporte marítimo y logística, descrito por quienes lo conocen bien como una «máquina perfecta», pasa por una situación complicada que se ... ha visto agravada por el efecto de la pandemia. Los costes de desplazamiento continúan al alza y se han multiplicado en los últimos meses. Encontrar sitio para la mercancía en los barcos es en ocasiones un auténtico milagro, y saber cuándo llegará lo que se ha enviado es muchas veces una incógnita. A ello hay que sumarle otra crisis, la que afecta a algunas materias primas y a productos concretos, como los semiconductores, esenciales para todo el sector tecnológico y otras industrias como la del automóvil. Y, finalmente, los tiempos de cambio político también se dejan notar: los expertos consideran que hay en marcha una reconsideración de las cadenas de suministro y valor que puede en algunos años acabar con parte del sistema globalizado que habíamos conocido hasta el momento.
La situación la resume con mucha exactitud Antonio García, de la empresa granadina Atarfil, que fabrica geomembranas –un producto que sirve para aislar y contener materiales de manera segura y sostenible– y tiene presencia en ocho países del mundo, entre ellos Estados Unidos, Australia, Sudáfrica o India. Para su empresa, lidiar con el transporte por mar es ahora «un follón mucho más grande de lo normal», más caro y más lento. Las cifras hablan por sí solas:«transportar un contenedor estándar nos costaba hasta marzo de este mismo año alrededor de 2.000 euros; desde entonces hemos llegado a pagar hasta 27.000 euros por el mismo servicio», explica García. Además, los tiempos de entrega se han multiplicado:«lo que antes nos llevaba 30 días ahora requiere entre 50 y 60». Yeso si consiguen sitio en alguno de los barcos. «Las navieras no están respetando siquiera las confirmaciones de reserva que haces. Hay un problema de 'overbooking', como ha pasado a veces en los aviones o los hoteles, y las compañías están subastando el espacio que tienen» en sus buques, desgrana el empresario.
Menos actividad, pero más cara
La escalada de costes y la incertidumbre generada en los últimos meses se deja ya notar con claridad en los datos disponibles en el portal de comercio exterior DataComex del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo. Según los datos provisionales más recientes, que abarcan hasta el pasado mes de septiembre, la importación de productos desde el extranjero, que acumulaba años de crecimiento ininterrumpido, se ha frenado bruscamente en 2021, incluso en comparación con el período de pandemia. La cantidad de toneladas que llegaron a la provincia granadina en el noveno mes del año es un 40% inferior a la registrada en el mismo período de 2020. En el acumulado del año, la caída interanual que muestran las cifras oficiales, que pueden ser todavía sometidas a un proceso de revisión, es del 10%.
La escalada del precio del transporte y las materias primas hace que, pese a esta situación, este septiembre haya sido el segundo en el que más cantidad de dinero se ha movido en el ámbito de las importaciones desde el de 2008, al inicio de la anterior crisis económica.
«Hay una falla global en todo el sistema internacional», abunda Luis Miguel Nebot, responsable del área de Internacional en la Cámara de Comercio de Granada, que tiene uno de sus orígenes en el cierre de puertos y fábricas en China y otros países asiáticos a causa de la covid-19. «Como hay menos oferta, los precios suben, tanto para comprar como para vender, porque no tienes medio de transporte o este va con retraso o incertidumbre». Algo que ha afectado sobre todo a las rutas más comunes, que Nebot define como las «grandes autopistas» del comercio mundial.
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