La autóctona avispa europea que habita en Granada, la «enemiga natural» de la invasora asiática
La 'vespa crabro' es una especie que compite por el hábitat contra la velutina y resulta inocua para el medio ambiente y para las personas que no sean alérgicas a las picaduras de estos insectos: es su «enemigo natural»
En Dúrcal saltó la alarma hace unas semanas porque encontraron varias avispas de gran tamaño. Los vecinos de este municipio del Valle de Lecrín ... no dudaron en atrapar algunas para mostrarlas en el Ayuntamiento porque pensaron que eran las avispas asiáticas cuyas picaduras han provocado la muerte de varias personas en España alérgicas al veneno de este insecto. Sin embargo, al igual que en el caso de Cenes de la Vega la avispa encontrada es una especie autóctona, la vespa crabro, y aunque no es un depredador de la velutina puede ser la que frene el avance de la avispa foránea. Así defiende la técnica de Medio Ambiente del consistorio durqueño, Rocío Mancilla. Ella fue la persona que planteó la posibilidad de que en lugar de mover los nidos y matar a las avispas se las permita continuar en la zona del río Dúrcal que es donde se han encontrado para combatir así la posible llegada de la especie invasora de Asia. De esta forma, el Ayuntamiento define a esta avispa autóctona como un «enemigo natural» de la asiática y llama a la población a respetar sus nidos para ayudar a combatir a la especie invasora.
«Contacté con el técnico responsable de la Diputación en Control de Faunas y Plagas Urbanas, Manuel Cañadilla, y aunque no hay mucha literatura al respecto concluimos que proteger la especie autóctona puede ser una forma de control de la avispa invasora«, explica Rocío Mancilla a IDEAL.
La técnica en Medio Ambiente puntualiza que esta especie no es que «se coma a la otra, si no que entra en una competición por el hábitat en espacio y en recursos naturales». Además, la vespa crabro es menos voraz con las poblaciones de abejas que habitan en Granada que la velutina y este es uno de los riesgos para el medio ambiente y para la agricultura que acarrea la presencia de la especie invasora.
«La vespa crabro no es una especie protegida pero creemos que es importante informar a la población de que puede ser una forma de controlar la avispa invasora asiática y proteger nuestro hábitat», señala la experta en Medio Ambiente de Dúrcal. En este sentido, según Rubén Bueno, entomólogo, doctorado en Biología, director técnico de Laboratorios Lokímica y presidente de la European Mosquito Control Association (EMCA) defiende que es muy importante que la ciudadanía sepa diferenciar las especies autóctonas de las invasoras y hace hincapié en que «aprender a observar puede ayudar a conservar las especies de aquí frente a las que no lo son». Incide además en que la especie «vespa crabro no genera ningún daño y que solo sería recomendable retirar sus nidos en los casos en los que supongan un riesgo para la población, por ejemplo, que se encuentre en el patio de un colegio«. Rubén Bueno explica a IDEAL que la avispa asiática no está aún en Andalucía, pero tal y como aseguraba a este medio hace un mes, «estará presente en toda la península dentro de diez años».
La alarma generada al encontrar la vespa crabro en Dúrcal no es nueva, ya había ocurrido en Cenes de la Vega. El motivo es que este avispón es de mayor tamaño que la avispa común. Sin embargo, hay varias características que la diferencia de la peligrosa avispa asiática. La vespa crabro tiene las patas, la cabeza y el tórax de color marrón, mientras que la velutina tiene las patas amarillas, la cabeza negra y el cuerpo entre el primer y segundo segmento presenta una banda fina amarilla; en el cuarto segmento tiene unas franjas de color amarillo anaranjado.
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