Deja a 23 perros abandonados en una nave de Granada sin comer y en condiciones «deplorables»

La investigación se inició gracias a la colaboración ciudadana después de que se difundieran en redes sociales varios vídeos que mostraban a perros en estado de abandono, según ha detallado la Junta sobre esta operación en una nota de prensa este miércoles.

En las imágenes se podía ver a los animales pasando días enteros sin atención, «sin alimento y en condiciones higiénico-sanitarias deplorables». Tras detectar estos hechos, la Jefatura Superior de Andalucía Oriental puso en conocimiento de la Unidad de Policía Nacional Adscrita a la Comunidad Autónoma los hechos.

De inmediato, agentes de esta unidad, junto con la Policía Local de Granada y el Servicio de Protección Animal, se desplazaron al lugar. Durante la inspección, los agentes localizaron a 23 perros, entre ellos dos cachorros, «encerrados en espacios delimitados con hierros y alambres cortantes, lo que suponía un grave riesgo de lesiones o estrangulamiento».

Se confirmó que los animales se encontraban en «condiciones extremas de insalubridad y abandono y que la mayoría eran de razas potencialmente peligrosas y careciendo trece de ellos de microchip. Además, algunos presentaban mutilaciones, heridas o enfermedades».

De los nueve perros que sí estaban identificados con microchip, ninguno figuraba a nombre del presunto responsable. Ante la situación de riesgo para la salud y el bienestar de los animales, así como el peligro potencial que algunos de ellos podrían representar para los vecinos en caso de fuga, se procedió a su retirada para «garantizar su atención veterinaria y alimentación adecuada».

Como resultado de la intervención, la Unidad de Policía Nacional Adscrita ha tomado declaración al presunto responsable como investigado por un posible delito de maltrato animal, remitiendo las actuaciones a la autoridad judicial.

Dicho individuo cuenta con antecedentes policiales y estuvo implicado en una pelea de perros años atrás. La investigación sigue abierta para determinar la procedencia de los animales, esclarecer si fueron sustraídos de sus legítimos propietarios y comprobar la posible implicación de otras personas en los hechos.