Un decálogo para asistir a las carreras ilegales de coches en Granada

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Si tiene alguna sospecha de que alguien sea un chivato o policía, no da respuesta. «Lo siento, hay que asegurarse», escribe de forma pública. Indica a los asistentes que no pueden llegar antes de las 00.00 horas, en ese caso, deberán esperar en los alrededores; que no apuren a frenar a última hora en las lanzadas.

Advierte de que si llega la policía deben estar atentos a la comunicación de una nueva ubicación. También de que se permite hacer fotos y vídeos y subirlas a redes sociales, siempre que no se vean las matrículas de los vehículos.

Por último, solicita que no se comparta la localización en los grupos de WhatsApp ni a personas que no sean de verdadera confianza.

Ante la previsión de lluvia, recuerda que «no será un impedimento», que la convocatoria se mantiene y comunica que la ubicación exacta la dará a conocer unas dos horas antes para que personas de otras provincias puedan asistir.

Promete espectáculo, asegura que más de 200 personas procedentes de distintas ciudades han confirmado su asistencia. También incluye mensajes sobre la marcha esa misma noche para que los corredores tengan precaución en determinados puntos. Defiende las convocatorias como quedadas en las que disfrutan de su «verdadera pasión», de los hacen «felices».

Días después de la concentración, el responsable abre un diálogo con los asistentes a través de su perfil de Instagram en el que solicita propuestas de espacios para celebrar una nueva concentración en la provincia de Granada. «Quiero celebrar una por mes», sentencia.