Cuenca plantea un pacto de unidad
El socialista inicia su segunda etapa como regidor con el respaldo de Luis Salvador y el reto de lograr consenso en un Ayuntamiento roto
Javier Morales
Granada
Miércoles, 7 de julio 2021, 19:19
Paco Cuenca es alcalde de Granada. Hoy ha recibido el bastón de mando y el collar de oro de la capital, dos años después de ... las elecciones municipales en las que consiguió la primera victoria del PSOE granadino desde 1987. El resultado histórico no le sirvió para gobernar, pero la ruptura del pacto de la derecha a mitad de mandato ha desembocado en su investidura. Logró los 13 apoyos previstos –diez de su grupo y tres de los ediles de Unidas Podemos– y otros dos que estaban en duda. El exalcalde de Ciudadanos, Luis Salvador, y su único concejal fiel en las últimas semanas, José Antonio Huertas, votaron a Cuenca para darle la mayoría absoluta en un pleno con trascendencia política más allá de Granada.
El socialista inicia su segunda etapa al frente de la capital haciéndose cargo, de nuevo, de un Ayuntamiento en crisis. En 2016 logró la alcaldía también con el mandato en marcha y gracias a Ciudadanos, tras la dimisión del exalcalde José Torres Hurtado, que salió de la Plaza del Carmen investigado en el marco del Caso Nazarí. Ahora presidirá el pleno de la ciudad después de la quiebra del acuerdo que aupó a Luis Salvador a la alcaldía tras las elecciones de 2019
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Salvador dimitió el viernes pasado, después de dos semanas de 'resistencia' sin frutos para tratar de recomponer el pacto de gobierno con el PP. Antes, los ediles populares habían renunciado a sus concejalías repitiendo los pasos del que fuera su líder, SebastiánPérez. Este ha defendido en los últimos dos años que, llegado este mes de junio que marca el ecuador de mandato, debía cumplirse un acuerdo de alternancia que no se puso por escrito.
Sin acuerdo para reestructurar el bipartito, Salvador anunció que dejaría gobernar a la lista más votada: la del PSOE. Las maniobras en la derecha un día antes del pleno, centradas en la necesidad de mantener el proyecto de ciudad y evitar el gobierno del«imputado» Cuenca, no sirvieron de nada. Ni siquiera había acuerdo sobre el nombre del candidato: el PP propuso a Francisco Fuentes, la dirección nacional de Cs a José Antonio Huertas sin que él lo supiera y, a unas horas de la sesión, Vox anunció un aspirante, Onofre Miralles, que finalmente renunció a someterse al escrutinio del pleno.
Los ediles de Cs, Salvador y Huertas, hicieron caso omiso a sus direcciones nacional y regional y mantuvieron su hoja de ruta. Estaba por ver si facilitarían la alcaldía de Cuenca depositando una papeleta en blanco o plantarían cara sin medias tintas a sus jefes en Madrid ySevilla votando a favor del socialista. Optaron por lo segundo arropados por los coordinadores granadinos deCs, exponiéndose a la expulsión del partido, que ya está en trámite.
El voto 14
Con estos precedentes, a las once y cinco minutos de la mañana comenzó el pleno en el patio del Ayuntamiento y media hora más tarde Cuenca ya era alcalde. Los corporativos depositaron su voto en la jarra de los Caballeros XXIV por orden alfabético. El procedimiento fue secreto, excepto en el caso de los populares, que mostraron las papeletas con el nombre de su candidato,Francisco Fuentes.
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El PP necesitaba 14 votos, mayoría absoluta, para gobernar. Al PSOE le bastaba con que el bloque encabezado por los populares no lograra ese resultado, puesto que habría accedido a la alcaldía al ser la lista más votada en 2019. Cuando el nombre de Francisco Cuenca resonó por decimocuarta vez en el patio del antiguo convento del Carmen, los socialistas respiraron tranquilos y aplaudieron a su alcalde. En ese instante quedó resuelta la duda sobre el sentido de voto de Salvador y Huertas.
Este último, como alcalde en funciones, otorgó el bastón de mando y el collar de oro a Cuenca, una vez jurado su cargo ante la Constitución.
Y ya investido, pronunció su 'segundo primer discurso' ante los granadinos,un llamamiento a la unidad para salir de las crisis sanitaria, económica y política. Con una cita de Antonio Machado («hoy es siempre todavía, toda la vida es ahora. Y ahora, ahora es el momento de cumplir las promesas que nos hicimos») se dirigió a los presentes en el día en el que se cerró la puerta «a un periodo que debemos dejar atrás». Se abre, dijo, «a la esperanza, la estabilidad, la tranquilidad y el futuro».
«Aprovechemos este tiempo para elevar la política, haciendo lo que se espera de nosotros: trabajar por Granada»
El regidor recordó a los afectados por el coronavirus y su crisis económica, y a quienes «han sentido rabia por la imagen ofrecida estas semanas». A renglón seguido se dirigió a los 27 corporativos para reclamar que remen y se dejen la piel para «recuperar la confianza, el prestigio y la estabilidad». «Desde hoy, les llamo a la unidad». Más tarde aclararía ante la prensa que está dispuesto a formar un gobierno con ediles de todos los grupos salvo Vox.
El próximo lunes convocará una junta extraordinaria de portavoces para poner «los pilares de la recuperación de Granada» y buscar «un gran compromiso, un pacto por Granada». Se refirió a la necesidad de cambios en un modelo económico «excesivamente dependiente del sector servicios», al desempleo y a la búsqueda de un turismo sostenible. Pero también ensalzó las capacidades de la tierra en la que se fabrican las vacunas contra la Covid, referente en inteligencia artificial, candidata al acelerador de partículas.
Conferencia metropolitana
Entre sus acciones de gobierno destacó que irá de la mano de la Universidad para sacar el potencial de la ciencia e innovación. Apostará por la riqueza cultural de la ciudad. Será aliado de las Pymes y trabajará para mejorar la calidad del aire. Mirará, dijo, a la Vega de Granada, y buscará una administración ágil y transparente. En septiembre convocará una conferencia de alcaldes de la Gran Ciudad Metropolitana. Y también atenderá a las necesidades de cada distrito de la capital, a los que nombró uno por uno, involucrando a todas las administraciones.
«A los portavoces les lanzo el reto de alcanzar un gran compromiso por Granada antes de que finalice este año. Les invito a un pacto por Granada»
Todo ello para abrir «de par en par» las puertas del Ayuntamiento. «Es la hora de Granada, el momento de Granada. Alcemos la mirada y asumamos que Granada nos exige que nos pongamos a trabajar por ella, solo por ella. No es el tiempo de las discrepancias, es el tiempo de Granada. En este camino os invito a trabajar unidos. Muchas gracias y mucha fuerza»,
Fueron testigos de sus palabras varios altos cargos socialistas, muestra de la relevancia y posible repercusión del vuelco político en Granada. Asistieron a la sesión el vicepresidente primero del Congreso, Alfonso Gómez de Celis y el candidato a la Junta, Juan Espadas. Terminado el acto llegó el ministro de Transportes y secretario de Organización de los socialistas, José Luis Ábalos, y el delegado del gobierno en Andalucía,PedroFernández, que habían participado un par de horas antes en la inauguración del tramo de autovía Atarfe-Pinos Puente. En contraposición, no arroparon al PP ni su presidente provincial, FranciscoRodríguez, ni cargos regionales. Sí acudieron el secretario provincial,Jorge Saavedra, la alcaldesa de LaZubia,Inmaculada Hernández, y el senador José Robles.
Ábalos describió la segunda etapa de Cuenca en la alcaldía como la vuelta a su proyecto de 2016 tras dos años de pausa. Su primera tarea será intentar ese pacto de unidad que restañe las grietas de un Ayuntamiento que pasa el ecuador del mandato con dos grupos políticos, PP y Cs, rotos.
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