La cuarta Eurocopa de España revienta Granada

La explanada vivió un fiestón de inicio a fin, pero fueron los goles los que desataron la locura en la capital. La explosión definitiva corrió a cargo de Oyarzabal.

Banderas, camisetas, maquillaje y hasta tinte de pelo. El rojo y el gualdo colorearon la ciudad desde varias horas antes del pitido inicial. Familias, pandillas de amigos y algún despistado que otro llenaron los aledaños del Paseo del Violón para disfrutar de la retransmisión del partido de todos los tiempos -al menos hasta el próximo- en la gran pantalla gigante. No cabía un alfiler en las escaleras. La marea granadina de la 'Roja' acompañó a Lamine, Carvajal y compañía en su pugna con los ingleses. Fue Nico el que abrió la lata.

Poco después del descanso el atacante del Athletic de sangre africana pero corazón español batió a Pickford con un chut cruzado. Granada estalló y sació su sed de goles. Los abrazos de júbilo y la alegría poseyó a los aficionados, que saboreaban la cuarta. El 'Que viva España' se apoderó de las mentes y las almas, que se resquebrajaron con el empate inglés de Palmer. Entonces fue el 'sí se puede' el que empezó a jugar su partido particular. La fe no sé esfumó del Palacio de Congresos en ninguno de los 95 minutos. El fantasma de la prórroga merodeaba la capital hasta que el empuje español deshizo el empate.

Fue otro vasco, en este caso Oyarzabal, el que arrojó a la red el balón con el que Granada estalló. Bengalas, pólvora y el ya mítico 'lo, lo, lo' del himno nacional. Una noche para la historia que ya predecía Kebba en la previa. El joven de Gambia asistió a la pantalla gigante con sus colegas africanos. «Vamos a ganar. Nos sentimos españoles como cualquiera. Como Nico o Lamine. Nos tratan fenomenal y España es nuestro país. Marcharemos tres», explicaban ante IDEAL estos ya granadinos procedentes de Mali o Senegal. La cosa se quedó en dos, pero antes de darse cuenta Quevedo ya 'irrumpió' en la celebración.

El 'Quédate' se entonó en Granada hasta bien entrada la madrugada. Los 'hits' de Daddy Yankee y demás artistas latinos del momento alargaron la noche. Una diversidad de nacionalidades que construye la riqueza cultural de todo un país. El nuestro. Igual que en la Selección. Todos son y somos bienvenidos. La Fuente de las Batallas no privó a nadie del jolgorio entre cláxons y petardos. La cuarta así lo merece.