La crisis de los chips deja sin existencias a los concesionarios y hunde su facturación
Los pedidos sufren retrasos de hasta seis meses y el sector ya teme cerrar el año con peores datos de rentabilidad que 2020
MERCEDES NAVARRETE
Lunes, 4 de octubre 2021, 00:28
En los cien mil metros cuadrados de las instalaciones del concesionario oficial de Peugeot en Granada solía haber no menos de 150 vehículos listos para ... matricular. Esta semana, el stock se reduce a veinte. Las naves están vacías y apenas les llega para cubrir la zona de exposición. En otras marcas han tenido que sacar a los 'escaparates' lo vehículos de ocasión a falta de nuevos que lucir. Son algunas de las imágenes que ilustran el impacto que está teniendo en Granada la llamada crisis de los chips que está paralizado el sector de fabricación del automóvil a nivel nacional y como consecuencia vaciando los concesionarios, que se han quedado sin stock.
La escasez global de los chips o semiconductores necesarios para la fabricación de vehículos –un coche lleva hasta 14.000– está lastrando el ritmo de fabricación en toda España –con las principales factorías con paradas o ERTE– y está provocando un efecto cadena en los concesionarios. Los plazos de entrega de los vehículos nuevos se están prolongando ya entre cuatro y seis meses en Granada. En el sector asumen que la situación no tiene perspectivas de normalizarse a corto plazo y tendrán que convivir con ello, ya que la regularización de los microprocesadores no llegará hasta el verano de 2022, según señala el presidente del grupo Japemasa, que distribuye la marca Renault en Granada y Jaén y que a su vez es el presidente nacional de la patronal Faconauto, Gerardo Pérez.
No hay coches para atender la demanda y la rotura del stock está hundiendo las matriculaciones y, por tanto, la facturación de los concesionarios de la provincia.
La paradoja es «dramática». Durante todo el año de la pandemia tenían los concesionarios llenos de vehículos y vacíos de compradores. Ahora que han vuelto los clientes, lo que no tienen es coches para ofrecerles. Llueve sobre mojado. Los concesionarios granadinos no escapan a la tremenda preocupación que invade al sector a nivel nacional.
Se retiene la venta
En la provincia, las 5.760 matriculaciones que se han realizado en lo que va de año (hasta el 19 de septiembre) suponen una caída del 5,40% con respecto al mismo periodo del año anterior marcado por las restricciones y los cierres de la pandemia, según los datos de la consultora MSI para Faconauto. Si se toma como referencia los datos del último año de normalidad, 2019, se puede hablar de una caída de matriculaciones del 36,5%.
En este mes de septiembre, en concreto, se han matriculado un 22% menos de vehículos en Granada que en el año anterior.
«El sector viene de atravesar la crisis de la covid, que todavía y no ha terminado y que ha tenido un impacto muy fuerte en las ventas por las restricciones y la incertidumbre económica. Ahora que la demanda empieza a remontar de manera fuerte, nos topamos con otra crisis de ventas. Pensábamos que el segundo semestre podía ser bastante mejor que lo está siendo, el tema de los microprocesadores nos están afectando gravemente», resume el presidente de Faconauto, que ya teme que, en términos de rentabilidad, 2021 pueda ser peor incluso que 2020. Los efectos de esta crisis están haciendo que los consumidores pospongan la compra de marcas europeas, que son las que sufren mayores retrasos, para otro momento de mayor certidumbre, que opten por marcas asiáticas, que no están sufriendo los problemas de stock o incluso que se desvíen al vehículo de ocasión.
Paciencia
Por ello Esteban Milena, gerente de los concesionarios Motordos, que vende marcas como Alfa Romeo, Abarth, Jeep y Fiat y Micamotor, el oficial de la marca Ford en Granada, insiste en que hay que lanzar un mensaje de tranquilidad al comprador.
«El problema lo tenemos las empresas por el perjuicio económico que nos está suponiendo, pero no el cliente. No hay que meterles miedo. Hay que invitarles a que elijan el modelo que les gusta y decirles que no debe importar esperar un poco, que es una compra importante y unos meses pasan rápido», valora Milena. Las fábricas están priorizando los pedidos de los coches que están vendidos a clientes, por lo que un comprador va a tenerlo mucho antes que los propios concesionarios para su stock. Es cuestión por tanto, según subraya Milena, de un poco de paciencia y previsión.
«El que esté pensando en cambiar de coche que no espere a que se le rompa y haga el pedido teniendo en cuenta que puede tardar unos meses», insiste. En su caso, los modelos más demandados, como el Focus, faltan en stock desde hace tres meses. Pero el empresario insiste en ver la parte positiva del desastre: «Lo bueno es que el stock que teníamos ha salido».
Eso sí, si antes el cliente que entraba por la puerta del concesionario prácticamente «se podía llevar puesto», ahora hay que pedir el coche a fábrica. «Antes teníamos en stock el 90% de lo que nos pedían, ahora el 20%», ilustra.
Milena apunta que, como consecuencia de esta crisis, el coche de ocasión se está vendiendo más por lo que también los precios están subiendo, por la ley de la oferta y la demanda. «Es un momento dulce para la segunda mano, los concesionarios tenemos más ganas de comprar y nos suben el precio. Creo que en muchos casos para el cliente merece la pena esperar al nuevo», opina.
En la misma línea, Cristina Gil, gerente de Gilauto, concesionario oficial Volkswagen en Granada, estima que tienen un 20% de su stock habitual, «aunque hemos tenido la suerte de que la marca ha hecho nuevos lanzamientos y sí teníamos unidades disponibles».
«En 2021 se está viendo mayor demanda, los clientes necesitan coches y el plan Moves está ayudando, pero ha coincidido con este momento de escasez de vehículos. En nuestro caso nos está ayudando la nueva oferta de movilidad sostenible que tiene plazos de entrega más cortos, entre un mes y mes medio, mientras que el resto de modelos oscila entre cuatro y seis meses», explica Gil. «Empresarialmente nosotros hemos sido prudentes y nos lo hemos planteado como una crisis de dos años, la recuperación que pensábamos que iba a llegar en la segunda mitad de 2021 la hemos extendido al año que viene», concluye.
Las marcas japonesas sortean el temporal y ganan mercado
Las marcas japonesas están logrando sortear esta crisis de los chips además de por la cercanía geográfica con los proveedores, porque los suministradores de chips están derivando su producción a los grupos que mantuvieron sus acuerdos de compra cuando el mercado se paralizó en 2020 y no han tenido que reactivar contratos. «Cuando se recuperaron las cadenas de producción de coches se produjo esta tensión entre oferta y demanda que a nosotros no nos está afectando, mantenemos la entrega inmediata en prácticamente todos lo modelos», explica Alejandro Castilla el gerente de Grupo Avanti Motors, que aúna los concesionarios Kia, Mazda y Mitsubishi en Granada.
«Nos encontramos en una situación un poco contracíclica, otras marcas están sufriendo mucho y nosotros estamos cogiendo prestado parte de esa cuota de mercado». Pero aún teniendo una buena cuota, al haber bajado el mercado en general, todavía les falta mucho volumen de ventas que recuperar con respecto a 2019. «El objetivo en 2021 es salvar los muebles», asume.
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