Playas de Granada
«Los inmigrantes desembarcaron muy lento en hora punta, como si no tuvieran miedo»Alberto García, propietario del restaurante Mare Nostrum, y Jacobo, vecino de Castell, relatan el desembarco de una embarcación este domingo en plena playa del Sotillo
La tranquilidad de un domingo caluroso de agosto se rompió de golpe en la playa del Sotillo, en Castell de Ferro, cuando una lancha llegó a toda velocidad ayer y se paró a pocos metros de la orilla ... . Eran alrededor de las dos de la tarde, con la playa llena hasta los topes, y según testigos, de pronto comenzaron a saltar al agua 13 personas, aparentemente de origen marroquí, intentando llegar nadando a tierra y escapar entre la multitud.
Según los testigos, la imagen era «surrealista». Bajo el sol fuerte del mediodía, con sombrillas por todas partes, niños jugando, gente tomando el sol, y de repente una lancha aproximándose a toda velocidad. «Nos quedamos todos mirando sin saber muy bien qué pasaba. Pensábamos que era una lancha de recreo, pero cuando vimos que empezaban a tirar objetos al agua y a salir gente nos dimos cuenta de que no era algo normal», cuenta Alberto García, dueño del restaurante Mare Nostrum, situado en primera línea de playa.
«Lo que más nos sorprendió fue que la lancha venía muy lenta, como si no tuvieran ninguna prisa ni miedo. Se metieron donde más gente había, como si nada, y se pararon a cinco metros de la orilla. Luego saltaron uno a uno y los cuatro que quedaban a bordo, alguno de ellos encapuchado, se dieron la vuelta tranquilamente y se fueron», cuenta Alberto.
La lancha se detuvo justo donde más gente había. «Eso estaba lleno, había tres filas de sombrillas. Era la hora punta del día, con familias, niños, todo el mundo relajado», añade Jacobo, vecino de Castell de toda la vida y con un kiosco cerca del lugar de los hechos. Según él, cuatro tripulantes se quedaron a bordo y dieron media vuelta tranquilamente mientras los demás se tiraban al agua.
Según relatan los testigos, algunos de los inmigrantes corrieron por la playa nada más llegar a tierra firme, otros intentaron mezclarse entre la gente. Unos bañistas los interceptaron hasta que llegó la Guardia Civil, que estaba ya alerta por la cercanía del cuartel y apareció en pocos minutos.
«Conseguimos coger a uno en la calle»
La Policía Local también intervino, aunque su papel fue de apoyo a los agentes. «Nos avisaron los socorristas, y conseguimos coger a uno en la calle. Luego ayudamos a identificar a otros dos. La Guardia Civil hizo el grueso del trabajo y logró detener a nueve», explican desde la Policía Local de Castell de Ferro.
Algunos vecinos recordaban que no es la primera vez que ocurre algo parecido. «El año pasado pasó lo mismo en junio. Llegaron, se bajaron delante de todo el mundo y la lancha se fue. En aquella ocasión no los cogieron. Esta vez al menos ha habido más reacción», recuerda Alberto.
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