300 agricultores paran durante cuatro horas el tráfico de camiones en el puerto de Motril
Los manifestantes arrojan media tonelada de tomates y tratan de entrar en el recinto, sin resultados
Unos 300 agricultores, según datos de la subdelegación del Gobierno, han logrado parar durante cuatro horas el tráfico de camiones en el puerto de Motril. ... Los manifestantes se concentraron en la entrada Este del puerto -a la que se llega desde la autovía- para más tarde bloquear también el otro acceso y cortar durante cuatro horas el tráfico. La dársena no pudo dar salida a las cargas que traía el ferry de Tánger, mientras que varios camiones provenientes de Almería que habían descargado hierro mineral en el muelle se quedaron parados en el interior hasta el fin de la protesta.
Los agricultores, separados con pancartas de los antidisturbios, arrojaron media tonelada de tomates. La Policía Nacional controló los accesos y se vivieron momentos de tensión cuando los participantes amagaron con romper el cordón para entrar al puerto. Algunos reventaron incluso unos pocos frutos sobre los agentes, que identificaron a los agricultores más díscolos. En líneas generales, la marcha transcurrió sin incidentes.
Con megáfono en mano, personas anónimas alzaron la voz y dieron su opinión. «Los traidores son las empresas que negocian con Marruecos. No se puede permitir, nos humillan», dijo uno coreado por la masa.
Las cabezas visibles del campo de la provincia se dieron cita en Motril para «poner cara» y evidenciar el daño que la importación de hortalizas de terceros países como Marruecos suponen para el agro español. Miguel Monferrer, vocal de COAG, ha lanzado un «mensaje claro para lograr un frente común». «Los agricultores no somos enemigos entre nosotros. Es un buen inicio de las movilizaciones, pero faltan muchos más que creo que se irán sumando en las próximas jornadas. La agricultura desaparecerá si no conseguimos presionar a Europa. Que tengamos claro que el problema está en la regulación del sector que hace Bruselas», señala.
A la una de la tarde, la protesta se desinfló, pese a que la concentración estaba autorizada hasta las 19.00 horas. Los autobuses recogían a los agricultores para volver a sus localidades de origen. Málaga, Almería, Granada y el olivar de Cuevas del Campo estuvieron representados. A las 14.00 horas se restableció el tráfico por completo en la zona. La hilera de camiones que esperaban en el interior de la dársena pusieron rumbo a su destino. Del grito al cielo, a la completa calma en unos pocos segundos. Lo que tardó en llegar la hora del bocata.
El secretario general de Asaja, Manuel del Pino, criticó la política agroambiental de la UE y la postura del ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, en torno al conflicto. «Se pasó de ligero y de sobrado al señalar el martes que la política agroambiental de la UE no tiene marcha atrás». »Si ese es el talante y la solución que va a plantear en la reunión a la que nos ha convocado, es mejor que no venga«, dijo. »No va por el buen camino. Si el medio rural no se mantiene social y económicamente vivo no habrá relevo generacional y por tanto, tampoco huerta», sentenció.
En el litoral, la mayoría de las cooperativas y almacenes trabajaron con normalidad, a excepción de El Grupo, que cerró en solidaridad con el campo. Fulgencio Torres, su presidente y representante de Cooperativas Agroalimentarias de Andalucía, lamentó que los acuerdos bilaterales en materia de comercio exterior no limitan los cupos de hortalizas que se importan desde Marruecos ni regulan con eficacia los precios. «Los productos importados no se someten a las mismas inspecciones y emplean productos en su cultivo que aquí están prohibidos, mientras tiran abajo el precio de los alimentos que producen nuestros agricultores», evidenció.
Nicolás Chica, secretario general de UPA Granada, hacia de nuevo un llamamiento al campo y a su unidad. «Es un día para hacer reflexión porque venimos de una semana cargada de actos, de protestas que no tenían ningún tipo de autorización y sin seguridad jurídica para los participantes. Apelamos a la sensibilidad de la plataforma independiente, que dispersan la reivindicación y desestructuran al campo. Quiero que sean conscientes de que hay protestas diseñadas que gozan de garantías, les invito a que se sumen. A todos nos unen reivindicaciones necesarias y objetivas», apuntaba frente a la dársena granadina.
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