El cortijo de la Nocla albergará un centro de interpretación de la Vega

El alcalde de la capital, Paco Cuenca, y el arzobispo, José María Gil Tamayo, han firmado los documentos en la Curia Eclesiástica en un acto que pone fin a una tramitación iniciada en noviembre de 2021, cuando ambas partes arrancaron las conversaciones para mejorar la dotación que la Iglesia tiene en Albayda y dar cumplimiento a las demandas vecinales de San Lázaro, que llevaban tiempo reclamando más espacios verdes en el barrio.

El convenio va a permitir que el templo de San Francisco de Sales se amplíe en una parcela anexa de titularidad municipal. Los terrenos, de casi 2.500 metros cuadrados, tenían un uso urbanístico que se limitaba al ámbito deportivo. Sin embargo, el acuerdo va a facilitar el desarrollo de un instrumento de planeamiento que cambiará la calificación del solar a una sin especificar, lo que permitirá trasladar al lugar las instalaciones que el templo tiene en la actualidad en un local comercial.

Como contraprestación, el convenio da carta de naturaleza a la cesión del Arzobispado al Consistorio de unos terrenos que posee en Beiro, entre las calles Panaderos y Parra Baja. La idea es que esta parcela, que dispone de 798 metros cuadrados y no tenía uso alguno hasta el momento, se ponga a disposición de los vecinos del barrio como zona de esparcimiento.

En paralelo, el acuerdo conlleva la permuta de la parcela del pago de Aravenal, lo que permitirá que la ciudad sea la titular del cien por cien del cortijo de la Nocla, una antigua almunia árabe que actualmente acoge un proyecto europeo que promueve la mejora agrícola de la Vega y reivindica la conservación de este espacio natural único. El objetivo es que, con este acuerdo, se recupere parte de las edificaciones que aún se mantienen en los terrenos para que alberguen un centro de divulgación de la Vega.

Para el alcalde, se trata de un acuerdo «muy beneficioso para la ciudadanía» al permitir al Ayuntamiento «atender las demandas y necesidades de la ciudadanía en barrios como Albayda y San Lázaro». Asimismo, ha destacado la oportunidad que facilita el convenio para «consolidar un proyecto medioambiental para la preservación de la Vega en el cortijo de la Nocla, que pasa a ser cien por cien propiedad de la ciudad».

Cuenca ha resaltado el «enorme trabajo y esfuerzo realizado por parte de ambas instituciones» que ha hecho posible este acuerdo «tan beneficioso para la ciudad» y ha mostrado su satisfacción por la «gestión realizada gracias a la que Granada genera confianza no solo para construir nuevas viviendas, sino dar respuesta a la construcción de dotaciones y equipamientos».

Por su parte, el arzobispo ha mostrado «mucha alegría porque esto materializa una colaboración entre instituciones a favor de los ciudadanos de Granada, dado que este acuerdo urbanístico viene a solucionar un problema que teníamos con la parroquia de San Francisco de Sales, que está en una zona populosa y de crecimiento«. Como ha recordado, el centro »está en un local comercial donde no se cabe apenas y, lógicamente, esas familias demandan un mayor espacio, no sólo celebrativo, sino también de culto, catequesis, caridad y cultura».

Como ha recalcado, el acuerdo es «un intercambio que nos favorece a las dos instituciones, buscando este espacio nuevo». «Preferíamos que fuese un centro que estuviese más distanciado, pero, al mismo tiempo, más céntrico para que la gente del barrio pudiese ir. Y al mismo tiempo, posibilita también un elemento de expansión educativa y universitaria en la zona», ha añadido.

Por último, ha indicado que «este acuerdo beneficia a ambos, y da espacio y facilita que un elemento fundamental de la población pueda tener su manifestación y su desarrollo en Granada, donde es tan importante la presencia de la Iglesia. La parroquia socializa al barrio y cohesiona. Es un lugar donde los granadinos tienen un lugar de encuentro, del tiempo libre y de expresar su dimensión religiosa».