Choperas para salvar la Vega y combatir el cambio climático en Granada

Es lo que refrendaron sus promotores, entre los que se cuentan organizaciones como las asociaciones Descubrir la Vega y Salvemos la Vega, la Universidad, el Ayuntamiento, la Diputación, la Junta, el Arzobispado, la Fundación CajaGranada y Caixabank. Representantes de todas ellas presenciaron este viernes el fin de la siembra que da inicio al proyecto, que lleva por nombre LIFEWood for Future.

Según explicaron, la iniciativa centra su interés en las choperas, un cultivo tradicional de la Vega que está actualmente en peligro de desaparición. La premisa es investigar sobre los usos de esta especie en relación con otras con la idea de abrir nuevos modelos de explotación en el entorno de Granada. La idea es, como señalaron los promotores, conformar un sistema que permita la entrada de ingresos por tres vías: la que ofrecen los cultivos de rotación anual –como hortalizas, ajos, maíz o plantas aromáticas–, la que ofrecen las choperas por su madera y la que ofrece el mercado por la capacidad de estos árboles para absorber carbono.

«Esto es una gran noticia para el sector primario porque aquí se está investigando un nuevo sistema agroforestal que compagina el cultivo de ajos, de maderas y de créditos de carbono que abren tres modos de ingresos al agricultor a lo largo de un periodo de diez años, que es lo que se estima aquí», afirmó el responsable del proyecto, Antolino Gallego.

Sin embargo, el proyecto busca también servir de ejemplo de que otros usos compatibles con la sostenibilidad y en oposición a la destrucción de la riqueza ambiental de la Vega «son posibles». Así lo aseguró la presidenta de Salvemos la Vega, Manuela Martínez, quien insistió en que «con este proyecto se abre la puerta a un buen acuerdo para esos usos compatibles con el desarrollo de un espacio productivo que, en el futuro, permita no solo consolidar y preservar la Vega como un bien patrimonial de todos los granadinos, sino con usos compatibles con su sostenimiento». «Así lograremos despojarla definitivamente de tensiones urbanísticas y convertirla en un espacio de oportunidad educativa, medioambiental, productiva y sostenible», añadió.

El alcalde de Granada, Paco Cuenca, destacó a su vez una acción que «está generando un auténtico pulmón verde en beneficio del gran reto que tenemos de mejorar la calidad del aire». El regidor, que estuvo acompañado por los ediles de Medio Ambiente, Jacobo Calvo, y Urbanismo, Miguel Ángel Fernández Madrid, también remarcó la vertiente educativa que incorpora el proyecto a través de Vega-Educa con el fin de que «sean los propios escolares de los colegios e institutos los que conozcan el valor que tiene nuestra Vega, la necesidad que tenemos de preservarla y, sobre todo, de darle usos compatibles y sostenibles».