El Centro de Granada respiró aire de mala calidad seis de cada diez días en el último mes
Las partículas contaminantes más a menudo relacionadas con la actividad humana superaron los límites máximos recomendados en 20 de las últimas 33 jornadas
El Centro de la capital granadina respiró aire de mala calidad durante más de la mitad de los días del último mes, de acuerdo con ... los datos del medidor situado en el Palacio de Congresos y publicados por la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía. En concreto, en hasta 20 de las 33 últimas jornadas se superaron los límites máximos diarios de concentración de partículas de menos de 2,5 micras de diámetro (PM2,5) recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Se da la circunstancia de que este tipo de partículas, uno de los entre cuatro y cinco agentes que se registran en la red de medidores de calidad del aire, es considerado como uno de los mejores indicadores de contaminación urbana porque en su mayor parte tienen origen en la actividad humana. Además, está entre los más peligrosos para la salud humana.
De entre los 33 días que median entre el pasado 14 de diciembre y el 15 de enero, ambos inclusive, en la estación del Palacio de Congresos se registraron valores medios de concentración de PM2,5 superiores a los 15 microgramos por metro cúbico (ug/m³) en hasta 20 ocasiones, lo que se traduce en seis de cada diez casos. Esta es la cota máxima segura para la salud humana, de acuerdo con las últimas recomendaciones de la OMS. La situación fue especialmente grave en las semanas más cercanas a las fiestas navideñas. En las casi dos semanas que pasaron entre el 23 de diciembre y el 4 de enero, todos los días cerraron con lecturas medias de PM2,5 superiores a los valores más altos. En la última semana, ha ocurrido lo mismo en cinco de los siete.
Estas partículas, las de menor tamaño que se miden, solamente visibles al microscopio electrónico, han sido las más habituales de encontrar en concentraciones superiores a las recomendadas por la Organización Mundial de la Salud. Las de menos de 10 micras de diámetro (PM10) quedaron por encima del tope en cuatro ocasiones frente a las 20 de las PM2,5 en el Palacio de Congresos, mientras que las concentraciones de ozono y dióxido de azufre solo superaron estas cotas en una ocasión. La tendencia que ofrecen los datos de la otra estación de medición de calidad del aire que en la ciudad, situada en la avenida Luis Miranda Dávalos, en la zona Norte, es similar, aunque con menos picos. Hasta en 14 ocasiones se superaron las concentraciones recomendadas de PM2,5, algo menos de la mitad, y en cuatro ocurrió lo propio con las PM10.
Origen antropogénico
Lo ocurrido durante el último mes con las partículas de menos de 2,5 micras resulta preocupante porque, a menor tamaño de las mismas, con más facilidad y más profundamente pueden desplazarse dentro del sistema respiratorio y llegar al circulatorio. Hay estudios que relacionan de forma directa la alta presencia de las mismas con un incremento de la mortalidad y las afecciones cardíacas y pulmonares. Incluso en España, un análisis realizado en la ciudad de Madrid mostró una correlación clara entre el aumento de la concentración de PM2,5 y la subida de los ingresos hospitalarios.
Una de las fuentes más problemáticas de estos elementos respirables son las emisiones de los vehículos que usan diésel, aunque hay otros factores que explican los datos, como las partículas de hollín o polvo provocadas por calderas en los días de más frío, el incremento de todo el tráfico rodado en la época de vacaciones, viajes y compras, y hasta la presencia de polvo en suspensión derivado de fenómenos como la calima, aunque por lo general esto suele afectar más a la concentración de PM10 que a las PM2,5 debido a su tamaño, en el último caso cien veces inferior al diámetro de un cabello humano.
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