Un cajón de sastre llamado Gegsa
La sociedad busca la independencia financiera mientras trata de sortear la última polémica, la denuncia por presunto robo en el parking de la Hípica
Pablo Rodríguez
Granada
Lunes, 9 de marzo 2020, 02:57
En diciembre de 2008, el pleno del Ayuntamiento aprobó la creación de Gestión de Eventos Globales (Gegsa) a propuesta del equipo de gobierno que ... encabezaba el popular José Torres Hurtado. La idea de fondo era configurar un organismo capaz de coordinar de manera más ágil y efectiva las grandes instalaciones deportivas. La aspiración era posicionar a la ciudad como un referente nacional en este ámbito.
Doce años después, es difícil decir que la entidad lograra sus objetivos. Convertida en un cajón de sastre que gestiona espacios tan distantes entre sí como un teatro o una residencia universitaria, Gegsa acumula un largo historial de polémicas que ensombrece logros como la coordinación del Mundobasket o la final de la Copa de la Reina de fútbol. El último de ellos se conoció esta semana, cuando IDEAL desveló en exclusiva la denuncia por una posible sustracción de 36.931 euros en la caja del parking público de la Hípica, que depende de la entidad.
La última hora de Granada
La publicación provocó un nuevo aluvión de críticas sobre un modelo de empresa que, para algunos grupos como Podemos-IU, se encuentra agotado. Otras formaciones, especialmente las que conforman el equipo de gobierno actual, apuestan por seguir puliendo las deficiencias y avanzar en lo que consideran una herramienta muy útil para el Consistorio.
La fotografía actual, casi doce años después de su creación, revela una entidad poliédrica. Su misión es gestionar eventos o espectáculos deportivos, culturales y sociales. Además, capta y organiza actividades a desarrollar en las instalaciones que explota.
El listado de espacios y entes que gestiona es amplio e incluye cosas tan dispares como los aparcamientos públicos del Palacio de Congresos y de Hípica, la residencia Fernando de los Ríos, el Botellódromo, TG7 o la Escuela Municipal de Flamenco. El Palacio de Deportes, el Nuevo Los Cármenes, el Auditorio Manuel de Falla, la Huerta de San Vicente y el Teatro Isabel la Católica también dependen de Gegsa.
Esta heterogeneidad complica la labor de la plantilla, coordinada por una directiva que lleva siendo objeto de disputa desde hace ocho años. La eliminación del puesto de gerente y la conformación de una estructura con tres directivos, una decisión contraria al reglamento de la entidad, fue denunciada por la oposición municipal –PSOE e Izquierda Unida– y por sindicatos como la CGT.
El devenir posterior no hizo sino ahondar en la problemática. En septiembre de 2017, este periódico desveló un informe de la concejalía de Personal que señalaba nulas las contrataciones de los directivos de la entidad como personal laboral fijo al no haberse seguido el «procedimiento legalmente establecido». Las críticas arreciaron nuevamente contra los desmanes de la etapa de Torres Hurtado. El PSOE, entonces en la alcaldía, trató de renovar la estructura y buscar una solución. La falta de acuerdo hizo que la iniciativa no llegara a buen puerto.
El pasado 11 de ocubre, IDEAL informó también el fallo de una sentencia que reconocía la relación laboral de los trabajadores autónomos de la Escuela Municipal de Flamenco con Gegsa y obligaba a Gegsa a incorporarlos a la plantilla.
La situación actual de la plantilla, que integra a 24 trabajadores, difiere en buena parte. Aunque los directivos en cuestión se mantienen, el bipartito cambió la estructura y recuperó en otoño la figura del gerente, para la que designó a Carlos Díaz. La maniobra sigue siendo cuestionada por la oposición, que señala especialmente al grupo popular por la «falta de transparencia» en los nombramientos. La edil del PP y vicepresidenta de la entidad, Eva Martín, defiende la elección y subraya el perfil de especialista en la búsqueda de patrocinios del nuevo responsable.
Retos
Más allá, los responsables políticos y directivos de la entidad tienen ante sí un reto complicado como es el alejar la sombra de la sospecha de la entidad. La primera, en lo relativo a la contratación. La auditoría desvelada por IDEAL esta semana sobre la polémica gestión de los aparcamientos pone en cuestión los procedimientos seguidos por Gegsa en algunos contratos. Apunta las posibles irregularidades en las prórrogas constantes de determinados servicios. En este sentido, según confirma la vicepresidenta, la sociedad ultima la renovación de las contrataciones cuestionadas y prepara la adjudicación de los servicios de explotación de barras, seguridad y limpieza.
Sin embargo, el objetivo más importante está en alcanzar la independencia económica de la entidad. La oposición –PSOE, Podemos y Vox– viene reclamando con insistencia la mejora de la administración de la entidad. En el caso de los socialistas, las críticas se centran en los sueldos de los directivos; mientras que Podemos-IU apunta también a la que el bipartito considera su principal baza para lograr aminorar la dependencia del Ayuntamiento, la búsqueda de patrocinios.
Hace dos semanas, la sociedad trató de sacar adelante una propuesta que planteaba un aumento de los ingresos por esta vía de 285.000 euros. Incluía una reducción de la aportación municipal de 330.000 euros y consignaba 925.645 euros al capítulo de sueldos que el bipartito justificó por la contratación forzosa de los trabajdores de la Escuela Municipal de Flamenco. La oposición, sin embargo, consideró inadecuada la propuesta y la rechazó, lo que conlleva además el expediente de presupuestos municipales en el que trabaja el gobierno municipal en jaque hasta su resolución.
El gobierno municipal, por su parte, insiste en que el camino de Gegsa debe ir dirigido a no depender económicamente del Ayuntamiento a través de la captación de patrocinios y el recorte de los gastos. Además, anuncia inversiones como el arreglo de la cubierta del Palacio de Deportes, el cambio de las luminarias de las instalaciones o la mejora de las máquinas de pago de los parkings.
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