El Virgen de las Nieves, al límite tras un contagio masivo que afecta a tres plantas

Según la gerencia del centro, al menos el de la planta novena es un brote «nosocomial» detectado el miércoles de esta semana y que, entre jueves y viernes, ha afectado a 17 pacientes. Todos –abundan las mismas fuentes– dieron negativo en la prueba PCR al ingresar en el hospital, por lo que la infección por coronavirus habría sido posterior. Esta planta estaba hasta el momento 'limpia' de Covid-19.

A raíz de las labores de rastreo, la hipótesis es que el brote se haya producido tras la reciente fiesta de despedida a un enfermero que se jubilaba. Los sanitarios regresaron a la novena planta del Virgen de las Nieves sin ser conscientes de que ya estaban infectados. Además de los 17 pacientes, en esta novena planta se contabilizaban ayer siete profesionales contagiados –entre médicos y enfermeros–, una limpiadora y un familiar.

El malestar se ha extendido entre los propios compañeros de otras plantas del centro hospitalario, según los testimonios que han hecho llegar a IDEAL, todos identificados. Las versiones se enfrentan y, mientras una parte del personal reprocha a los implicados la idoneidad de la celebración en estos momentos –aunque fuera reducida–, trabajadores de la novena planta rechazan el argumento de que hayan sido ellos quienes han metido el virus en el hospital y la supuesta vinculación con la comida. Las tareas de rastreo que quedan por delante son ingentes porque, según otras fuentes de dentro del hospital, el brote podría afectar a personal en formación, personas que cuidan en domicilios a mayores y otras familias.

Entre tanto, se ha registrado un segundo brote, esta vez sí en una planta que asiste a pacientes Covid. Hay cinco profesionales de enfermería que han dado positivo. También hay otros tres pacientes contagiados en la planta 6.

El problema al que se enfrenta la dirección del hospital es mayúsculo tras estos dos brotes con 34 casos. Hay médicos y enfermeros en cuarentena, se está realizando un «cribado masivo» a todos los que hayan estado en contacto con los positivos y, aunque el resultado sea negativo, tendrán que permanecer confinados diez días.

El Virgen de las Nieves ha tenido que buscar personal en cuestión de horas para que el hospital siga funcionando. Desde el miércoles, se han contratado doce enfermeros y 21 auxiliares y se ha intensificado la labor de rastreo. Pero hay otro inconveniente añadido. Cuando acudes a las bolsas apenas quedan ya profesionales y muchos –por edad o por motivos de salud– desechan trabajar en estos momentos y menos en una planta que estaba 'limpia' pero donde ha entrado el coronavirus, explican desde la gerencia.

El Virgen de las Nieves bajará el ritmo asistencial a partir de la próxima semana para no arriesgarse a perder más profesionales y se aplazarán las intervenciones que no sean urgentes. «Ante la previsión de que haya un número importante de profesionales sanitarios que tengan que guardar cuarentena preventiva, se ha activado un mecanismo extraordinario de contratación principalmente de personal de enfermería, para reforzar las plantillas y poder mantener abiertas todas las plantas necesarias», explican en un comunicado remitido a IDEAL.

Las explicaciones no convencen a un grupo de trabajadores de la novena planta, que se da por aludida. Achacan el brote a la «nefasta gestión» y a la falta de medios, mientras que rechaza que esté vinculado con la comida entre sanitarios para despedir a un compañero enfermero que se jubilaba.

En una nota enviada a IDEAL por uno de los trabajadores, insisten en que «los pacientes suben a la planta con la prueba realizada, pero pendiente de resultados, y también se permite el libre acceso de familiares, así como la salida de pacientes que salen a fumar fuera del hospital sin control alguno».

Abundan en la «absoluta carencia de medios en su lucha contra el virus» y critican que disponen de «una sola mascarilla FFP2 por persona cada cinco días y una quirúrgica por turno». Creen que se trata de una «falsa acusación para lavarse las manos» y sostienen que son la «primera línea de batalla en la lucha contra el virus».