El cuentagotas de las ayudas, insuficiente para aliviar la asfixia de las empresas

Esta misma semana, el Ministerio de Economía anunciaba que reformará el marco legal para poder inyectar ayudas directas a autónomos y pymes de manera que se salven negocios viables, sobre todo en los sectores más vapuleados, como el turístico y la hostelería. Sin embargo, mientras trabaja en la fórmula para definir cómo inyectar esta liquidez, sube de tono el clamor de las organizaciones empresariales que advierten de que llegados a este punto las ayudas directas son literalmente, cuestión vida o muerte para las empresas.

Los instrumentos de ayuda puestos a disposición de las empresa en esta pandemia –moratorias de impuestos, créditos ICO, ERTE... –son numerosos pero para contar las ayudas directas, a fondo perdido, sobran los dedos de una mano. Un trabajador por cuenta propia o o pyme granadina ha podido solicitar tres concretas de la Junta de Andalucía –que sumarían 2.500 euros– más las articuladas por los ayuntamientos, que son dispares y van desde 300 euros en algunos municipios más pequeños hasta los mil de Motril. El Ayuntamiento de la capital no ha dado ninguna subvención a fondo perdido en 2020 pero acaba de lanzar un paquete con 245.000 euros de presupuesto para proyectos concretos de modernización o ayudas a la contratación.

Las ayudas directas de la Junta se han gestionado a través de la consejería de Empleo, Formación y Trabajo autónomo y han repartido un total de 10,8 millones de euros entre 12.141 autónomos y pymes granadinas. La primera de las ayudas llegó en abril y fue el balón de oxígeno de 300 euros para los autónomos y mutualistas que quedaban excluidos de las ayudas estatales por el cese de la actividad. En Granada fueron 5.311 autónomos.

La segunda medida extraordinaria se convocó en octubre y fueron los 1.200 euros destinados a cubrir los gastos de alquiler para autónomos en general con una ampliación de hasta 4.000 euros en el caso de los empresarios de sectores de ocio nocturno e infantil. Llegaron a 1.082 beneficiarios. La tercera ha sido la medida directa con más impacto hasta ahora: mil euros de subvención para autónomos afectados por la pandemia  (se recogían hasta 85 actividades profesionales). La convocatoria batió el récord de solicitudes de una ayuda pública en Andalucía y tuvo 5.748 perceptores en Granada.

A mediados del pasado mes de enero, el consejero consejería de Transformación Económica, Rogelio Velasco, anunciaba la convocatoria de nuevas ayudas de mil euros para pymes y autónomos, que ahora acaban de ampliarse y finalmente subirán su cuantía a tres mil euros. Sin embargo, aún no se ha publicado el extracto de la convocatoria para abrir el plazo, por lo que no pueden solicitarse por el momento.

En resumen, el autónomo granadino más 'afortunado' con las ayudas ha podido recibir los 1.300 euros que suman las dos primeras subvenciones a fondo perdido y otras 1.200 para el alquiler en general, siempre que no estuviera cobrando prestación por cese de actividad. Un reducido grupo de 111 empresarios de ocio nocturno o infantil ha visto elevado hasta cuatro mil euros la ayuda al alquiler. No obstante, tanto asociaciones empresariales de distintos sectores como los asesores de empresas consultados por IDEAL coinciden en señalar que el empresario granadino que haya hecho pleno y se haya embolsado las tres ayudas directas es una raya en el agua. No conocen ninguno. De hecho insisten en que la gran mayoría se ha quedado fuera de las tres y están resistiendo a pulmón o a base de créditos. Un ejemplo. La medida con más beneficiarios, la de los mil euros convocada en noviembre ha llegado a 5.748 autónomos, el 11,2% de los que estaban dados de alta en ese momento.

«Ni he percibido las ayudas al alquiler para el ocio nocturno ni ninguna, todo son trabas. Con un solo recibo pendiente de la Seguridad Social ya no puedes acceder. Los que tenemos sociedades hemos recibido cero», resume tajante Raúl López, portavoz de Andalucía de Noche y dueño de varios pubs de Granada.

El principal handicap de las subvenciones directas que ha dado hasta ahora la Junta ha sido esa incompatibilidad con las prestaciones extraordinarias aprobadas por el Gobierno por el cese de actividad. Esta prestación, que tiene una cuantía del 70% de la base reguladora con un mínimo de 661 euros, ha sido el principal sustento para la mayoría de los autónomos granadinos golpeados por esta crisis. Desde el inicio de la pandemia y hasta el 30 de septiembre percibieron la prestación por cese un total de 37.213 autónomos de Granada. según datos de la Delegación del Gobierno en Andalucía.

El 1 de octubre entraron en vigor nuevas modalidades de prestaciones para los autónomos que mantienen la actividad pero han sufrido ceses, limitaciones temporales o han acreditado una caída en la facturación de un 75%. Estas ayudas las cobraron 13.136 autónomos en el mes de diciembre, según la misma fuente. La cifra supone el 20% de los 65.764 que estaban dados de alta en Granada en ese mes.

Por tanto, todos estos autónomos que se han ido acogiendo a las prestaciones durante la pandemia quedaban excluidos de las denominadas ayudas directas. En la nueva convocatoria de la Junta, la de los tres mil euros, se eliminará esta incompatibilidad.

Esta semana tanto la Confederación de la Pequeña y Mediana Empresa que preside el granadino Gerardo Cuerva como la organización de autónomos ATA han vuelto a trasmitir al Gobierno la necesidad de ayudas directas que compensen la sangría empresarial. Así lo resume Lorenzo Amor, presidente de ATA: «Las ayudas directas que debe poner en marcha el Estado no son ningún regalo, son una indemnización por seguir pagando los gastos corrientes, como han hecho otros países de UE con los autónomos y empresas a los que se les ha limitado la actividad e incluso cerrado sus negocios. Cuidado con poner tiritas a hemorragias».