Arsenales usados en la guerra de los Balcanes arman a los narcos de la marihuana de Granada
La Guardia Civil detecta cada vez más armamento durante los registros; las mafias se proveen de él para defenderse y realizar 'vuelcos'
25 fusiles de asalto AK-47, una ametralladora MG-42, una pistola, 126 granadas de mano y más de 25 kilogramos de municiones. Ese fue ... el cargamento hallado en abril por la Guardia Civil a una organización criminal transnacional dedicada al tráfico de armas de guerra procedentes del conflicto bélico de los Balcanes. Entre los integrantes se encontraba un ciudadano español, localizado en la provincia de Burgos. Es un ejemplo muy representativo del origen de la mayoría de las armas empleadas con fines delictivos. Las guerras pasadas, especialmente la de los Balcanes, dejaron numerosas de ellas en el punto de mira del mercado negro. Granada no se escapa de esta tendencia. Las mafias dedicadas al tráfico de marihuana se proveen de armamento para defenderse y/o realizar 'vuelcos', es decir, robos a otros clanes.
El volumen de armas halladas a organizaciones criminales en Granada ha aumentado significativamente en los últimos tiempos, según explican desde la Guardia Civil. Habría que diferenciar las que se emplean directamente en un hecho delictivo (un tiroteo o un robo de droga) y las que se encuentran durante los registros, pero los investigadores lo tienen claro: están vinculadas a la delincuencia organizada de la marihuana. «Están en el marco de los 'vuelcos' y la defensa de las plantaciones, las usan para repeler al contrario», señala el capitán jefe de Policía Judicial de la Guardia Civil. Un claro ejemplo son los distintos tiroteos que se produjeron en el distrito Norte a principios de año. Los implicados pertenecían a familias históricamente enfrentadas por el control de la droga y usaban pistolas para disparar al aire y a sus rivales, ya que en uno de ellos hubo un herido de bala.
Son muy distintas las armas que se incautaban hace dos décadas de las que se encuentran ahora. «Antiguamente cogíamos escopetillas de plomo y ahora son kalashnikov y granadas de mano, algo ha cambiado», agrega. La mayoría proceden de guerras antiguas, aunque también han detectado alguna de Ucrania. «Obtienen los modelos más difíciles de conseguir, incluso policialmente hablando. Para ellos no es lo mismo sacar una pistola para amenazar que una metralleta», detalla. En este punto, es interesante reflexionar sobre el futuro de los arsenales empleados en las guerras actuales; si no se controla, las miles de armas que se están fabricando podrán ser susceptibles de reubicarse en el mercado negro.
Asimismo, han llegado a intervenir a estas mafias un arma de las que se usan en el videojuego Fortnite, totalmente personalizada y con todo lujo de detalles. «Piden que les pongan silenciadores, visores ópticos o lo que se les ocurra», cuenta el jefe de Policía Judicial de la Benemérita. Los investigadores prefieren no hablar de su coste para no fomentar el mercadeo, pero llegan a pagan por ellas miles de euros.
¿Quiénes las traen y cómo? La Guardia Civil tiene claro que no hay una organización criminal como tal dedicada a importar armas en Granada, sino que se produce de forma individual. Alguien conoce a otro alguien en otro país capaz de suministrarle dos pistolas y lo gestionan a su manera. «Se buscan la vida, suben a algún país, trapichean y bajan», apostilla. En cuanto a la forma de transportarlas, lo hacen en los dobles fondos de vehículos, a simple vista normales. «Suelen venir por piezas, y a veces tienen problemas para montarlas después», cuentan desde la comandancia. Una vez que las adquieren, las usan para defenderse o amedrentar al contrario, pero también para hacer negocio. Saben que pueden sacarle dinero.
Triple peligro
El uso de armas de fuego ilegales conlleva un triple peligro. Por un lado, para la ciudadanía, que puede sufrir consecuencias mortales. «Si para un profesional es difícil manejarla, y eso que la formación es constante, imagina para alguien que carece de ella», alerta. Por otro, es un riesgo para los propios delincuentes, que se atreven a modificarlas cuando se les acaba la munición y no tienen cómo conseguir más, como ocurre con los kalashnikov. «No hay suficientes cartuchos para traer y las modifican, con el riesgo de que les reviente la cara. Está diseñado para un tipo de proyectil y de pólvora, si metes otro es muy peligroso», señalan desde la Policía Judicial. En YouTube encuentran tutoriales que explican cómo hacerlo.
Por último, esa problemática perjudica especialmente a los que tienen que perseguir sus hechos delictivos, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Como ocurre en las persecuciones de las narcolanchas, los medios de unos y otros no tienen comparación. «Retirar de la circulación las armas es por seguridad de todos», admite. De hecho, lo que más daño le hace a los malhechores es precisamente eso, que les quiten las armas y el dinero. «Es lo que les da seguridad y estatus», manifiesta el capitán jefe.
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