Agresión y robo en Granada
«Me arrastró unos 50 metros con mi taxi y siguió su marcha a toda pastilla»IDEAL ha podido hablar con el taxista afectado por la agresión y el robo del vehículo por parte de un cliente el pasado domingo de madrugada
La gremial del taxi en Granada ha denunciado la presunta agresión que sufrió uno de los suyos durante la madrugada del pasado domingo. Al ... parecer, un cliente sacó a un taxista del coche cuando llegó a su destino con la intención de robarle el vehículo. Este se resistió e intentó que no se lo llevara, por lo que el otro aceleró y el taxista fue arrastrado varios metros mientras intentaba impedirlo. Finalmente, el cliente huyó con el coche, que fue abandonado un rato después en el Zaidín. Según ha podido saber este periódico, el perjudicado ha presentado denuncia ante la Guardia Civil, que investiga los hechos.
IDEAL ha podido hablar con el taxista afectado, que prefiere mantenerse en el anonimato para no preocupar a su familia. Cuenta que el cliente era «educado y aparentemente normal» y que no escondía su rostro con gorra o sudadera, como hacen otros. Tras pedirle varios cambios de destino por Las Gabias, le pidió que lo dejara cerca de una empresa de construcción. «Se bajó, hizo el amago de buscar el dinero, se acercó a mi puerta y la abrió para sacarme. Me cogió del brazo y tuvimos un forcejeo; me dijo que me iba a robar. Le respondí que no tenía nada, solo papeles, así que contestó: pues me llevo el coche. Ni dio voces ni estaba nervioso, sospecho que tenía experiencia», cuenta.
El taxista, lejos de achantarse, trató de evitar por todos los medios que huyera, así que se agarró al volante como pudo -aunque su cuerpo ya estaba fuera–. «Echó marcha atrás, se golpeó con algo y aceleró. Me arrastró unos 50 metros y siguió su marcha a toda pastilla. Ocurrió en cuestión de segundos», añade. Rodó por el suelo y pidió a los coches que parasen, pero solo le prestó atención uno. «La Guardia Civil había montado cerca un control, así que fue a buscarlos y vino con ellos. Estuvieron conmigo toda la noche, tanto en el hospital, donde me hicieron un parte de lesiones, como poniendo la denuncia en el cuartel», explica la víctima.
Sufre quemaduras y contusiones por varias partes del cuerpo que le mantendrán alejado del trabajo unos días. Dice que no sintió miedo, pero no sabe cómo reaccionará cuando tenga que volver a trabajar de noche, cuando «todo es más complicado». «Quién sabe si ahora me dará ansiedad. Estamos vendidos, nos pueden agredir o no pagarnos», lamenta.
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