Las máquinas se abren paso en el penúltimo tramo de la variante de Loja
Las labores se concentran en el desbroce del entorno de Los Abades y las primeras excavaciones relacionadas con el gran viaducto de Manzanil
El sueño es llegar antes a la estación. Un tren que salga de Granada y conecte con más lugares, más rápido, más veces. Que un ... incidente no detenga el viaje ni haya que esperar a que la única vía disponible quede libre porque otro convoy circula sobre ella. Todo eso pasa por la mejora de la línea que une la provincia con el exterior y, sobre todo, por la construcción de un enlace en Loja que permita a los servicios esquivar el recorrido actual, que atraviesa de parte a parte el municipio.
Ese es el propósito de la famosa variante de Loja, una obra en la que Granada está embarcada desde hace más de un lustro. Dividida en cuatro fases, solo una de sus partes, un pequeño tramo de 1,7 kilómetros con un viaducto que sortea la línea convencional a la salida de Riofrío, está acabada. Las otras tres, que abarcan algo más de 17 kilómetros, están en marcha, aunque con diferentes grados de avance.

Las máquinas trabajaban sobre el terreno en el tramo de Riofrío, el que enlaza el viaducto ya construido con el área de servicio de Los Abades, desde el verano pasado, así que el interés en los últimos meses estaba por ver cómo se resolvían las otras dos fases restantes –la denominada A-92, que va paralela a la autovía. y la llamada Valle del Genil, que comunica un punto intermedio entre Loja y Salar con la línea en servicio en Huétor Tájar– por parte de ADIF, órgano responsable del desarrollo de la infraestructura.
El 15 de abril pasado, la administradora sacó a licitación las obras del último tramo por un importe que ronda los 331 millones de euros. El paso acerca el inicio de las actuaciones en esa parte, que cuenta con hitos importantes como el túnel del Cerro Limones, con casi 1,3 kilómetros, y dos largos viaductos que atraviesan el cauce del Genil. Sin embargo, quedaba por ver si empezaba la intervención en la parte inmediatamente anterior, la que está llamada a enlazar la trasera de Los Abades con la entrada de Salar.

Pues bien, como ha podido comprobar este periódico, los primeros movimientos en esta fase están ya en marcha. Las excavadoras mueven enormes pedazos de tierra en el entorno del área de servicio lojeño para despejar el terreno. Se afanan para desbrozar las parcelas que ocupará la estructura sobre la que se tenderán las vías.
A tenor del movimiento de la maquinaria, toda la atención se concentra ahora mismo en la parte más cercana a Los Abades. La zona, que está rodeada de olivares, se encuentra ya señalizada con pequeñas balizas rojas que marcan los caminos por donde vienen y van de forma constante camiones cargados de áridos.
Es un punto importante en el diseño planteado por ADIF. En este lugar está previsto que la línea salga hacia Salar desde la nueva estación de Loja, una infraestructura que sustituirá a la que ahora está en servicio y cuyo diseño está casi ultimado. El proyecto prevé que las vías atraviesen una compleja orografía que deberá salvar mediante enormes viaductos como el Manzanil, de casi 2 kilómetros, y varios túneles como los de las Monjas, de 693 metros, y los Abades, de 615 metros. Todo un desafío al que los ingenieros se enfrentan ya sobre el terreno.
Buen ritmo
Como se puede ver en la zona y confirman fuentes de ADIF, la operación avanza a buen ritmo. Las máquinas también están abriendo la tierra para construir instalaciones auxiliares que sirvan a la construcción del resto del tramo y se están haciendo los primeros movimientos relacionados con la construcción del gran viaducto de Manzanil.

La tarea que queda por delante no es sencilla. Implica la transformación de una montaña cuyas faldas fueron antaño parte del bastión defensivo de la provincia frente a invasiones externas. Ahora el tiempo corre con el horizonte en 2027, cuando está previsto, si todo va como debe, que la obra de este tercer tramo esté concluida. Será el momento en el que Granada empezará a acariciar ese tren más rápido que conecta con más lugares y más veces con el que sueña.
Una infraestructura que permitirá pasar al tren de 40 a 300 km/h
La variante de Loja, que permitirá al tren rodear el municipio por un nuevo trazado, es una infraestructura vital de cara a la mejora de las conexiones que ansía la provincia. El objetivo del enlace es que los convoyes puedan circular a más velocidad y, por tanto, acortar los trayectos entre Granada y los destinos con los que está conectada. En abril, se conoció el impacto que la iniciativa tendrá en los tiempos. Una simulación de ADIF hecha pública por el ingeniero Christian Muñoz en la red social X reveló que los trenes podrán pasar de los 40 km/h actuales a unos 300 km/h. Los datos conocidos revelaron también que la velocidad mínima de paso ascenderá hasta los 200 km/h, lo que permitirá reducir el trayecto en 15 minutos.
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