Secuestro en Maracena

El marido de la concejala, sobre el secuestro: «Estaba todo preparado»

Hasta ahora solo se habían pronunciado públicamente dos familiares, Pablo Romero, hermano de la concejala, y Esperanza Romero, su tía -y miembro del grupo mixto del consistorio-. En mitad del pleno, Luis Sánchez, el marido de la concejala, se ha levantado de su asiento, se ha marchado y ha atendido a los medios de comunicación a la salida del consistorio. Visiblamente nervioso y sin saber muy bien hasta dónde podía contar para no influir en el curso de la justicia, Luis ha hablado.

A preguntas de los periodistas sobre por qué abandonaba la sala, ha afirmado que el pleno había adquirido un tono que no le gustaba, ya que la víctima es su mujer. Revela que Vanessa se encuentra «muy mal» y por ahora no va a hacer declaraciones, «hablará en su momento». «Solo puedo pedir que el que está en la cárcel pague muchos años, y si hay alguien más implicado, también», ha aseverado. La concejala tampoco ha hablado con la alcaldesa ni con su entorno, y no lo hará hasta que no sepa qué ha ocurrido y si hay alguien más relacionado con el suceso.

Sobre los hechos en sí, el marido de la afectada ha repasado los momentos clave de lo ocurrido. «Ella dejó a los niños en el colegio y él la paró porque no tenía gasolina. Al montarla le puso la pistola en el costado y la llevó al pantano de Cubillas, a los pinares, y la ató con bridas manos y pies y la amordazó después», ha recalcado. Además, asegura, sufrió amenazas, ya que en el forcejeo que se llevó a cabo en la cochera ella se negaba a meterse en el maletero del coche. «Él cogió una barra de hierro y le dijo 'o te metes o te reviento la cabeza'», señala la pareja de Vanessa Romero.

Según Luis Sánchez, «estaba todo preparado», ya que el detenido no llevó ese día a las hijas de la alcaldesa al colegio. En este punto, fuentes del ayuntamiento han confirmado a IDEAL que las niñas no le tocaban a Berta esa semana, sino a su expareja y padre de las mismas, por lo que es «imposible» que fuese a llevarlas al colegio el presunto secuestrador. Contradicen, así, la versión de Luis en este punto concreto.

Luis Sánchez reproduce las palabras de su mujer, que le ha contado cómo mientras estaba en el maletero, el presunto secuestrador le gritó que se callara, «que tenía que hacer dos llamadas». «Ella no escuchó con quién habló», apunta. Sobre la hipótesis de que iba a destapar una trama de corrupción, señala Luis que eso lo ha indicado la Guardia Civil «por lo que decía él», pero no Vanessa. Admite que llevaba documentos en su vehículo, «de su trabajo», pero no sabe cuáles eran. «No sé si mi mujer iba a denunciar irregularidades, pero sí que temía represalias, mirad lo que ha pasado. Temía algo, aunque a mí no me había dicho nada. ¿Que sabía cosas mi mujer? Puede ser, llevaba en el ayuntamiento varios años», ha manifestado.

Por último, ha recordado que Vanessa Romero y Berta Linares «no se llevaban bien», y ha negado que lo ocurrido tenga algo que ver con que la concejala no iba a ir en las listas del PSOE para las próximas elecciones municipales. «Eso es mentira», ha concluido. Se ha marchado entre la marabunta de medios de comunicación y ha esperado hasta que un familiar que lo recogiese. Dentro del salón de plenos, el equipo de gobierno seguía debatiendo con los grupos de la oposición, todos ajenos a las declaraciones que Luis ofrecía.