El alboloteño solidario que ayuda a más de 100 personas necesitadas de Granada

Tanto José como Adelina ya están jubilados después de una vida dedicada a la enseñanza y la sanidad respectivamente. Y ahora lideran un proyecto con el que ofrecen ayuda a personas que se encuentran en situación límite como Virginia, una granadina que no puede trabajar por enfermedad y que recientemente solicitaba solidaridad porque con su ayuda de poco más de 400 euros no llegaba a fin de mes. «Ahora todos los precios se han disparado y los nuevos pobres son las personas que trabajan y no llegan a fin de mes», cuenta a IDEAL José Guardia, que explica como con sueldos de 800 o 900 euros es «imposible» que una familia pueda pagar el alquiler, la luz, el agua y la gasolina.

Actualmente ayudan a unas 40 familias, la mayoría de Albolote. «Mucha gente se cree que hay quienes se aprovechan de asociaciones como la nuestra para vivir del cuento y las ayudas pero lo cierto es que de todas las familias a las que ayudamos solo a una le hemos dicho que no volviera por aquí», detalla el de Albolote. Pero la asociación no es solo José y Adelina, algo que él quiere dejar completamente claro porque no le gusta ser el protagonista: «Somos 39 socios y 80 personas que realizan donaciones de forma esporádica». Una cantidad elevada que les hace no tener queja ya que cuentan con el dinero suficiente para «mantener» todos sus proyectos.

Hasta hace poco utilizaban el garaje de su casa para almacenar la ropa y alimentos que donan en su asociación. Aunque ahora cuentan también con un pequeño local que les ha cedido el Ayuntamiento de Albolote. «Cuando hubo repercusión mediática nos ofrecieron un local pero todavía seguimos utilizando nuestra cochera como almacén». Y su próximo objetivo no es otro que solicitar al Consistorio más colaboración: «Nos gustaría que se crearan alquileres sociales porque hay mucha gente que no puede pagar 500 euros de alquiler. También es necesaria una bolsa de trabajo estable». Para ello acaban de presentar un documento sobre el que todavía no han tenido respuesta. «Lo que queremos es trabajar con ellos, no que ellos hagan todo».

La situación de incertidumbre a nivel mundial está provocando que cada vez sean más las personas que acuden a ellos en busca de ayuda. «Hay mucha gente que lo está pasando fatal porque no tienen trabajo y la paga que le dan es muy pequeña o directamente no reciben nada». De hecho, asegura que todo el mundo al que echan una mano llega hasta ellos para pedir trabajo porque lo que quiere es «poder sobrevivir por sus medios». «Intentamos que se marchen de aquí con la cabeza alta y una sonrisa, su situación no debe hacerles sentir indignación, lo indigno es que no puedan llevar la vida que se merecen».

Algunas personas le catalogan de ángel, aunque José tiene claro que no lo es en absoluto. «Yo no soy nadie especial. Aquí contamos con muchas personas que nos ayudan día a día a hacer todo esto posible, ellas son realmente las importantes». Eso sí, reconoce que la satisfacción cuando pueden cumplir con su trabajo y ayudar a otras personas es «una sensación muy agradable» pese a que dure poco porque nunca para de pensar nuevas formas con las que ayudar.