Las obras de una planta solar en Chimeneas descubren una necrópolis ibérica: «Es único en España»

La compañía italiana de energía Plenitude, que opera en más de quince países del mundo y tiene diez millones de clientes, es la propietaria del nuevo proyecto fotovoltaico que se extiende a lo largo de 264 hectáreas entre Chimeneas y Ventas de Huelma. El complejo integra tres parques fotovoltaicos de 50 Mw cada uno, con 274.000 módulos bifaciales que alcanzan una capacidad de 150 MWp y son capaces de generar alrededor de 320 GWh de electricidad al año. Las plantas están conectadas a través de una infraestructura compleja, una línea de 30 kilómetros de longitud, a la red en Caparaena.

Durante las construcción de la planta, en cumplimiento con los requisitos que conlleva la autorización del proyecto, se realizaron medidas para la protección del entorno natural y la conservación del suelo. Fueron estos trabajos de seguimiento arqueológico, en abril de 2024, los que permitieron descubrir una necrópolis íbera del siglo VI a.C. donde se han encontrado valiosos restos como cerámicas funerarias y ajuares de la época.

«La puesta en marcha de Caparacena no solo refuerza nuestro profundo compromiso con Andalucía sino que también celebra un descubrimiento arqueológico histórico que conecta nuestro proyecto con la memoria del territorio», ha subrayado Mariangiola Mollicone, directora de Renovables en Europa Occidental y directora general de Plenitude Renovables España durante un acto público en Granada, previo a la inauguración de la planta. «Es un hito, nos emocionó desde el primer momento», ha asegurado la directiva, que incidió en la «oportunidad inesperada» que les ha brindado este «descubrimiento relevante» que han abordado con «máximo rigor científico».

Es el mejor ejemplo, a su juicio, de que «la innovación y el respeto al patrimonio pueden ir de la mano».

La compañía ha financiado los trabajos de excavación, llevados a cabo por una compañía especializada de Málaga, que han permitido poner todos los hallazgos a buen recaudo en el Museo Arqueológico de Granada. A partir de ahora se abre una etapa emocionante «de laboratorio y bata blanca» para los investigadores de la UGR que analizarán todos los hallazgos para extraer conclusiones.

La necrópolis, con diez enterramientos, es especialmente valiosa porque permitirá documentar un periodo histórico muy desconocido, el paso desde la Edad de Bronce a la de Hierro. El material aparecido abre por tanto una vía «única en España» para estudiar los procesos de cambios ideológicos en esta época de transición que marca «una nueva visión de lo que significa la sociedad y la relación del ser humano con la religión y el más allá», según ha subrayado el catedrático Andrés María Adroher.

Así, han explicado que aunque en Andalucía hay necrópolis coetáneas, donde se ha documentado la utilización de los rituales de incineración y cremación, la de Chimeneas es única en tanto que revela un proceso de «cambio ideológico». También el material hallado, fragmentos de ánforas fenicias de la costa andaluza, es muy relevante porque permitirá estudiar cómo surge la penetración de esta cultura fenicia hacia el interior y cómo se utilizaba esta vía de comunicación que hasta ahora se desconocía entre la Costa de Granada y la Vega.

La cultura fenicia se asienta en Almuñécar, que era un sitio de descanso y de comunicación hacia el exterior, pero ahora este descubrimiento permitirá estudiar cómo también se adentraron hasta las ciudades del interior.

También les ha fascinado especialmente el material hallado por sus «elementos tecnológicos especialmente curiosos». En concreto, el profesor se ha referido a fragmentos de collares de oro que utilizan técnicas de trabajo totalmente distintas a las de la época fenicia, que usaban perlas pequeñas fusionadas con una placa. En su lugar presentan «bolitas repujadas por detrás» que pueden explicar que las comunidades habían asumido técnicas del lejano Oriente.

«No sabemos donde se llegará», subrayó el catedrático, que incidió en la gran puerta que se abre para investigar la historia a través de esta necropolis. El profesor confió en que, a partir de ahora, el yacimiento quede protegido e incluso dejó en el aire la posibilidad de que pudiera visitarse. «Las cosas se pueden vender bien, puede ponerse en valor, aunque habría que salvar muchas situaciones», subrayó. La empresa no abundó en esta posibilidad pero dejó claro que dará «todo el apoyo necesario» para seguir avanzando en el conocimiento de estas sociedades del pasado.