El año 2023 se cierra con récord de fallecidos en la montaña granadina, con veintidós víctimas

El Greim ha llevado a cabo un total de 114 rescates en 2023, lo que lo sitúa como el segundo año con más actuaciones de la década, solo por detrás de 2021, cuando fueron 116. En el último auxilio, llevado a cabo el pasado martes, 26 de diciembre, el protagonista fue un espeleólogo de 45 años que se accidentó en la sima de Raja Santa, en el término municipal de Atarfe. Se había luxado el hombro y no podía salir de la cueva al haber una gran dificultad vertical, por lo que la Guardia Civil tuvo que montar un contrapeso en la parte superior de la cueva para poder izar al herido hasta la superficie. Es solo un ejemplo de cómo el Greim se las ingenia para llegar a todos los que necesitan ayuda.

En la época de verano la mayoría de avisos se registran en Río Verde o Los Cahorros por heridas provocadas por caídas. El barranco de Trevélez también se incluye en la lista –puede ser muy peligroso, sobre todo cuando el río lleva mucho caudal–, y este año se ha añadido otra zona, Cerro Huenes (Monachil), con varios rescates. «Este punto negro es nuevo y ha concentrado muchas actuaciones en primavera y verano», explica Luis Raya, jefe del Greim en Granada.

Por el contrario, en invierno los puntos negros son el Corral del Veleta y los Tajos de la Virgen, en Sierra Nevada, donde se suelen producir caídas por deslizamientos de nieve y/o la presencia de hielo. Además, 2023 ha estado marcado por la especial incidencia de los suicidios, por lo que el Greim ha actuado también en este sentido.

«Hay quienes han sufrido golpes, esguinces o traumatismos, pero también existe una parte importante de gente que simplemente se ha perdido», explica el teniente Luis Raya. Algunos hacen senderismo en media montaña y se adentran en zonas de difícil acceso de las que no saben salir, por lo que piden ayuda al servicio de Emergencias 112, que moviliza al Greim.

La estadística de rescates incluye a los fallecidos y heridos, pero también a los que salen ilesos. Muchos de ellos son los acompañantes de los accidentados, a los que también traen de vuelta. Uno de los últimos ocurrió hace casi un mes, cuando un alpinista falleció en Sierra Nevada tras caer por una zona de nieve helada y golpearse la cabeza con una piedra. Regresaba después de pasar la mañana escalando crestas junto a un compañero que se encontraba ileso, pero en estado de shock. A este último también lo rescataron, asegurándolo con un arnés y una cuerda en el camino de vuelta.

Hay intervenciones sencillas, mientras que otras son de una extrema complejidad y ponen en riesgo a los agentes. «Hay rescates de noche, en palas heladas, que son muy peligrosas», detalla el teniente. La que se realizó para traer de vuelta al alpinista fallecido y a su compañero fue una de ellas. El helicóptero facilita enormemente la labor de los guardias civiles y, además, acorta los tiempos, pero no siempre es posible que acuda. La oscuridad de la noche, el viento demasiado fuerte o la niebla lo impiden.

El Greim lanza una serie de recomendaciones para los que acudan a la sierra estos días. Lo más básico es conocer con antelación las condiciones meteorológicas previstas e intentar en la medida de lo posible ir acompañado. La ropa en esta época debe proteger del frío y, si la actividad se realiza sobre nieve, es indispensable llevar crampones, piolets y casco. Incluso si es verano, debemos portar en la mochila ropa de abrigo y, si es posible, una manta térmica –nunca se sabe si algún contratiempo nos obligará a pasar la noche al raso–. Es muy recomendable tener agua y comida a mano, llevar móvil y decir antes de salir a nuestros conocidos qué actividad vamos a realizar.