La Alhambra actualiza «de forma constante» su plan de autoprotección ante incendios
La Catedral también cuenta con este plan y otro de salvaguarda para proteger sus obras de arte en caso de emergencia
Fue el viernes. A las nueve de la noche. No tardaron en viralizarse los vídeos de una columna de humo negro saliendo desde la mismísima ... Mezquita de Córdoba. Todo el mundo con el corazón en un puño. Los cordobeses primero y después todos los demás. ¿Se imaginan esa misma escena en la Alhambra o en la Catedral de Granada? Lo cierto es que, por mucha seguridad que se implemente, el riesgo cero no existe. Hay mil y un detonantes de una posible ignición. En Córdoba se están investigando los hechos. Los primeros indicios apuntan a un cortocircuito en una barredora que se guardaba en una capilla que se usa como almacén de productos de limpieza. Y en Granada los gestores de los principales monumentos han tomado buena nota de todo lo sucedido. Hay muchísimo en juego. Primero, las vidas. Segundo, el patrimonio. Y tercero, la economía. La Alhambra –ergo la ciudad de Granada– registró el año pasado 2.725.000 visitantes.
MÁS INFORMACIÓN
La jefa de Seguridad de la Alhambra, Pilar Guerrero, ha subrayado que el Plan de Autoprotección de la Alhambra, que la ley obliga a actualizar cada tres años, se revisa «de forma continua». Este documento, que deben tener sí o sí todos los edificios donde se desarrollen actividades que puedan derivar en una emergencia, no solo contempla cómo se ha de proceder en caso de fuego, sino en otros supuestos. «Nuestro personal –explica Guerrero– está formado para actuar de forma coordinada, de tal forma que, llegado el caso, mientras un equipo procede a la evacuación o el hacinamiento otro puede centrarse en las primeras medidas de extinción». Al mismo tiempo, desde el centro receptor de alarmas se activan los avisos a servicios de bomberos o de policía, en el caso de que sea precisa su intervención.
Guerrero comenta que en su día se implementaron métodos de protección pioneros en espacios como la Torre de Comares basados en la tecnología de barreras de infrarrojos. Un avance que se llevó a cabo en una de las restauraciones. «Desde principios de año –dice Guerrero– estamos en un proceso de modernización que se llevará a cabo en breve». Encima de la mesa, una panoplia de alternativas que van desde las cámaras termográficas o los cables de fibra óptica de alta sensibilidad a los modernos 'chivatos' de llamas o de aspiración.
Y es que en la Alhambra no vale, lógicamente, la colocación de cualquier artilugio en cualquier sitio por muy sofisticado que sea. La palabra es 'equilibrio'. Hay que buscar el equilibrio entre la tecnología, la conservación de la propia Alhambra y el impacto visual, asegura Guerrero, quien agrega que, a diferencia de lo que ocurría en la Mezquita de Córdoba, tampoco hay estancias donde se haga acopio de maquinaria o sustancias inflamables. Todo se guarda en Nuevos Museos, un complejo situado lejos de los puntos más sensibles de la ciudad palatina –en las faldas del Cerro del Sol–.
La Alhambra, que tiene el agua como elemento consustancial, también cuenta con una red de puntos de suministro en el caso de que sea preciso el concurso de efectivos contraincendios. Todos están perfectamente localizados en un mapa.
Joya patrimonial
La Catedral es otra de las joyas patrimoniales de Granada tanto por el continente, esa mezcla de Renacimiento y Barroco con influencias góticas, como por su contenido. Alberga obras de arte de un valor incalculable. A pesar de que las iglesias no tienen por qué disponer de un Plan de Autoprotección, el deán Eduardo García asegura que la Catedral sí lo tiene. También un Plan de Salvaguarda. Es decir, un inventario de todos sus tesoros artísticos y de cómo habría que manipularlos si hay peligro para ellos.
Según García, precisamente en las últimas semanas se han desarrollado cursos en el marco del Plan de Protección. «Nuestro personal, algunos con amplia experiencia, conocen los procedimientos». Y es que la Catedral acoge todos los años acontecimientos en los que se congrega una cantidad importante de personas. Hablamos de celebraciones como la Semana Santa o el Corpus. También se han realizado simulacros en diversas circunstancias, a fin de que todo el mundo esté entrenado por si se produce una situación de alerta.
Eduardo García afirma que la Catedral de Granada se halla en un constante proceso de restauración. «Todos los proyectos contemplan la aplicación de medidas contra la combustión», comenta. Aunque aún queda una amplia extensión de cubiertas pendientes de arreglo, el área en que sí se ha actuado ya cuenta con tecnología para una respuesta inmediata. Lo mismo sucede en el Archivo que, en el caso de que haya humo, activa la emisión de unos gases que neutralizan el oxígeno, por lo que se evita la propagación –es uno de los elementos básicos para que haya quema–. El agua está totalmente contraindicada, ya que los archivos están llenos de legajos de papel –o materiales similares– que sufrirían graves daños, algunos irreversibles, si entran en contacto con el medio acuoso. La Alhambra también dispone de un sistema similar.
La problemática de la Catedral es similar a la de la Alhambra. No vale cualquier cosa. La Catedral tiene unos valores intrínsecos que deben ser preservados. Hablamos del impacto visual, la estética y que no puede haber alteraciones ni en el interior ni en el exterior del templo, que goza de los mayores niveles de protección.
La limpieza de la Catedral se realiza de una manera manual. No interviene ningún tipo de aparato que se active con electricidad, más allá de los saneamientos que se realizan por empresas externas después de eventos muy concurridos. Tampoco hay velas encendidas de una manera constante. La única, la del Santísimo, que se ubica junto a la Sacristía. Las votivas se encienden con energía. García también resalta que la Catedral cuenta con la asistencia de especialistas de seguridad del Obispado, que llevan a cabo tareas de supervisión cuando se acometen obras como las de la torre.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión