Un ajuste de cuentas por droga fue el móvil del crimen en la avenida de Pulianas

La Policía Nacional ha dado a conocer este miércoles detalles de la historia. La víctima era responsable de una empresa de paquetería en Granada, desde la que presuntamente se enviaba marihuana a los Países Bajos. Los implicados en el crimen -cuatro en total, uno de los cuales está en busca y captura en dicho país- formaban parte de un grupo organizado dedicado al tráfico de estupefacientes a nivel internacional y a la comisión de asesinatos por encargo.

La investigación comenzó en septiembre del año pasado, cuando un varón fue asesinado en las inmediaciones de su domicilio, en la avenida de Pulianas, tras recibir disparos de arma de fuego cuando se encontraba en el interior de su vehículo junto a su hija de 12 años, según publicó este periódico. Tras los hechos, el presunto autor material huyó a bordo de una motocicleta. Comenzó entonces una compleja investigación policial en la que han participado tanto policías pertenecientes a la Comisaría General de Policía Judicial como miembros de la Brigada Provincial de Policía Judicial de Granada.

Las pesquisas policiales lograron averiguar que la víctima se encontraba al frente de una empresa de paquetería, desde la que una organización delictiva presuntamente se servía para realizar envíos de sustancias estupefacientes, concretamente marihuana, hacia los Países Bajos. Un mes antes del asesinato se realizó el envío de uno de estos paquetes, reclamado por el remitente unos días más tarde, pero en ningún momento fue devuelto.

El mencionado paquete contendría estupefaciente que, según los investigadores, la víctima habría sustraído y vendido por su cuenta, motivo por el que, pasados unos días, la víctima recibió la visita en el local de tres individuos que le exigían la inmediata devolución del paquete. Aquello provocó una intervención policial en la que fueron identificados tres individuos. Con posterioridad, el encargado del local recibió amenazas telefónicas que comprometían su vida desde el teléfono de uno de los identificados anteriormente.

Las investigaciones llevadas a cabo sobre el propietario del teléfono desde donde se envió el mensaje amenazante revelaron que se trataba de un varón que contaba con antecedentes policiales en Países Bajos por delitos contra la salud pública, tenencia ilícita de armas y blanqueo de capitales. Este mismo individuo, junto con otro varón, vinieron a Granada expresamente para presuntamente cometer el asesinato. Realizaron vigilancias en torno a la vivienda y al lugar de trabajo de la víctima, para acabar finalmente con su vida mediante el uso de un arma de fuego. Un autor intelectual lo ideó todo, otro autor material apretó el gatillo.

IDEAL tuvo acceso a las declaraciones de varios conocidos de la víctima en aquellas primeras horas, que coincidían en que actualmente tenía problemas económicos. En el pasado, según sus testimonios, había tenido una empresa que terminó cerrando por falta de solvencia financiera, tras lo que pasó a formar parte de una correduría de seguros. Según explican fuentes de este negocio, la víctima fue despedida por problemas con el dinero de algunos clientes.

Por otro lado, uno de sus allegados explicó que en el momento del crimen trabajaba en una empresa de mensajería que le había traído problemas porque «había perdido unos paquetes y había personas que se los estaban reclamando». Otro conocido aseguraba que «estaba metido en temas peligrosos».