La Junta empieza a tramitar el parking de 400 vehículos en el túnel del metro

La cifra está sobre la mesa desde octubre de 2009, cuando la consejera de Obras Públicas, Rosa Aguilar, se lo planteó al alcalde, José Torres Hurtado (PP). Hay incluso planos -no técnicos- de la distribución de las plazas para vehículos, elaborados por la Junta y en manos del Ayuntamiento. El alcalde, Francisco Cuenca, pidió a mediados de marzo celeridad para el inicio de las obras, dijo que la infraestructura está «terminada», con un proyecto «perfectamente definido» y a falta de los trámites administrativos, la adecuación del interior y la instalación de las entradas y salidas.

El futuro parking funcionaría en dos plantas de altura sobre el túnel por el que circula el metro, cada una con capacidad para unos 220 vehículos. Quedaría asentado sobre una larga plataforma -800 metros- que va desde la glorieta de Arabial hasta el cruce con la calle Recogidas. En ambos extremos quedarían situadas las dos entradas para vehículos. Entre una y otra, seis accesos para los peatones. El ancho de este tubo de hormigón es el justo para que quede un carril de circulación y una hilera de aparcamientos en batería.

Los ingenieros no concibieron la cámara como parking: en realidad, el espacio que queda entre el metro -a 16 metros de profundidad- y el Camino de Ronda es 'accidental', fruto de una necesidad técnica. Simplificando: unas enormes pilonas a uno y otro lado de la calle sostienen la tierra del túnel. Como refuerzo, para sujetar las pilonas, hay dos bloques de hormigón que actúan de un modo similar al de los travesaños entre las patas de una silla. Sobre esos bloques se asentaría el parking.

Por ahora, el túnel es un conducto inhóspito. IDEAL accedió el pasado jueves al mismo en compañía del delegado de Fomento, Antonio Granados, y el ingeniero de la Agencia de Obra Pública de Andalucía Ignacio Mochón. Al entrar por la rampa junto al hotel Ana María, la vista sólo alcanza hasta donde iluminan tres halógenos y un tragaluz natural. En la sombra quedan 700 metros de caja de cemento flanqueados por los accesos peatonales, unas escaleras grises que terminan en los sarcófagos salpicados en las aceras de Camino de Ronda. Es decir, está la 'base' de lo que podría llegar a ser un parking; pero la imagen es aún muy lejana a las proyecciones iniciales.

El delegado de Fomento en Granada, Antonio Granados, hace hincapié en la necesidad de que esta infraestructura pertenezca a los granadinos cuanto antes. También la consejera de Fomento, Marifrán Carzo, hizo alusión al proyecto en el desayuno informativo organizado por IDEAL el pasado viernes.

El primer paso es la cuestión de la titularidad del espacio, que va camino de quedar cerrada: aunque el subsuelo pertenece al término municipal -es propiedad del Ayuntamiento-, el espacio se cedió a la Junta por interés general. Esta 'discusión' llegó a estar sobre la mesa hace años. Ahora, cuando la tramitación vuelve a empezar de cero, Ayuntamiento y Junta coincidirían -a priori- en que el espacio pertenece a la administración autonómica. La inversión corresponderá a la Agencia de Obra Pública, pero hay que buscar el consenso del Ayuntamiento.

El camino hasta que los coches entren bajo el Camino de Ronda será largo. No hay plazos, pero sí la voluntad de iniciar los trámites cuanto antes, «sin pausa pero sin prisa». «Se plantea un gran concurso», explica Granados, para poner en marcha el futuro parking. Y de su mano, los correspondientes estudios de viabilidad. En la licitación del aparcamiento debe quedar claro el modelo -rotatorio o para los vecinos-, otro punto que se deberá discutir.

«El uso para residentes es una demanda que tenemos en Camino de Ronda y Arabial. Las asociaciones de vecinos y comerciantes han pedido que se de un uso y yo creo que es interesante el sistema mixto», opina Granados. Es decir, que lo ideal para el delegado de Fomento es mezclar plazas de aparcamiento público rotatorio con los espacios dedicados para los vecinos del distrito.

Al margen de que el parking está llamado a reforzar el escaso parque para coches en esta zona, cicatrizaría definitivamente la herida de los comercios cerrados y las calles abiertas en canal, con el consecuente perjuicio para los vecinos, en las obras. «El metro es un éxito como sistema de movilidad, pero hizo muchísimo daño», recuerda el delegado.