El coronavirus mantiene confinados en sus casas a 6.580 granadinos
El aluvión de bajas laborales que ya se está derivando de las cuarentenas complica más la recuperación de las empresas
Los test masivos y las labores de rastreo han hecho que se cerquen e identifiquen los focos del virus en esta segunda ola de la ... pandemia hasta el punto de que ya todo el mundo tiene a un amigo, a un familiar o al menos algún conocido que está guardando la cuarentena que imponen las autoridades sanitarias para tratar de frenar la red de propagación. Según los datos ofrecidos a IDEAL por la delegación territorial de Salud y Familias, en Granada había esta semana 1.599 casos positivos por coronavirus activos en estos momentos y 4.981 contactos estrechos en seguimiento. En total 6.580 personas componen hoy la fotografía de la Granada confinada, que va cambiando por días.
Los resultados de los laboratorios con los positivos diarios confirmados por PCR, que llegan a primera hora de la mañana, son el punto de partida para que los servicios de Epidemiología de Salud pongan en marcha a las tres unidades de rastreo que existen en la provincia, las del distrito Sanitario Granada Metropolitana, el Área Sur y la Zona Norte. Son ellos los que primero contactan con los nuevos contagiados confirmados y activan el protocolo que obliga a localizar y aislar a sus contactos estrechos. Esto es, toda aquella persona con la que haya estado durante más de 15 minutos, sin mascarilla y a una distancia de menos de dos metros durante las últimas 48 horas.
Test en centros de salud
Los contactos estrechos del positivo van desfilando, con citas fijadas, por sus centros de salud y también por el autocovid del antiguo hospital Clínico, en momentos de saturación, para confirmar si ellos también están contagiados. Si son positivos deben permanecer aislados diez días siempre y cuando desde el séptimo no haya tenido síntomas. Si la PCR es negativa, igualmente, tendrán que estar aislados, en este caso 14 días, hasta que no entre en vigor el nuevo cambio en el protocolo. «El objetivo es cortar la red de transmisión, que si se convierten en positivos y le preguntamos por sus contactos nos digan ninguno», resume la coordinadora de la Unidad de Rastreo del Distrito Sanitario Granada Metropolitano, Matilde Expósito.
Noticia Relacionada
«Esta vez está siendo más difícil, la gente se encuentra bien y miente»
«La mayoría tienen dudas y están asustados en un primer momento», apunta. Por eso, cada uno de las 6.580 granadinos que siguen confinados ha recibido, junto a la orden de no salir de casa bajo ningún concepto, unas normas básicas: permanecer en una habitación aislado de otros convivientes, usar baño propio si es posible, si no limpiarlo con lejía después de cada uso, desinfectar también con lejía los cubiertos o no dormir con el cónyuge. A partir de ahí, paciencia. El protocolo marca tres llamadas más de seguimiento por parte del centro de salud: la segunda entre el séptimo y noveno día, la tercera, el último día de cuarentena.
«La mayoría son bastante colaboradores, lógicamente no podemos saber si mienten, no somos policías, hay que confiar en la responsabilidad», concluye la coordinadora de la Unidad de Rastreo del Distrito Sanitario.
El centro de salud se encarga también de tramitar la baja laboral a la Seguridad Social, en el caso de que los confinados –tanto positivos como contactos estrechos– sean trabajadores, tanto del sector público como el privado. «Cuando les dices que tienen que estar 14 días en casa, muchos te dicen que no les des la baja, que pueden teletrabajar, la gente está siendo responsable», explica Matilde Expósito.
Y es que de forma paralela al problema sanitario, el impacto económico de las cuarentenas, de esos granadinos que están dejando de salir, de consumir fuera de casa y sobre todo de acudir a su puesto de trabajo presencial, supone en esta segunda ola uno de los grandes problemas que complican más y más, por días, la gestión de las empresas.
Bajo mínimos
«Saben los recursos con los que cuentan hoy, pero no con los que amanecerán mañana. Si el principal problema en la primera ola para las empresas era la inseguridad jurídica ahora se están planteando verdaderos problemas de organización interna.Está siendo muy complejo, no pueden planificar recursos ni a un mes, esta improvisación tremenda está minando aún más su situación», explica el presidente del Colegio de Graduados Sociales de Granada, Esteban Sánchez, que convive cada día con la angustia de sus clientes empresarios.
«Hay empresas que ya están bajo mínimos, siguen con ERTE parciales, si un empleado se les da de baja crea auténticos problemas», apunta Sánchez, que incide en la paradoja de que en ocasiones los empresarios se ven obligados a contratar a un sustituto, teniendo a parte de la plantilla en ERTE, porque ninguno de los otros trabajadores con empleo suspendido puede cubrir la función del que falta.
Los confinamientos obligados para los contactos estrechos se contemplan como accidentes de trabajo, por lo que se cobra el 75% del salario desde el primer día e incluso el 100% si el convenio tiene el complemento de mejora. Ahí entra también la picaresca de quien dice que ha tenido contacto estrecho o quien alega el contacto intentando buscar una baja laboral.
«Otro problema que se presenta a las empresas es que hay trabajadores que no lo van a decir, porque no tiene síntomas o no están mal, y también hay aún desinformación sobre lo que se entiende como contacto estrecho», señala Juan José González, socio del departamento laboral del bufete Hispacolex y asesor jurídico de las empresas a través de la Cámara de Comercio de Granada. La situación se complica cuando los servicios públicos están «desbordados» y los de prevención de las empresas «están fallando», en algunos casos, en el seguimiento a los contactos laborales de los positivos.
En lo que coinciden estos expertos en materia laboral consultados es que el teletrabajo está amortiguando el desastre para las empresas granadinas. «Los profesionales que pueden teletrabajar están siendo muy responsables, pero el impacto de los confinamientos está siendo ya muy negativo para las empresas en sectores como cuidados, hostelería, transportes...», señala en la misma línea Eva Carrasco, directora de Prevensur.
En el caso de esta firma granadina, responsable del servicio de prevención de riesgos laborales en cinco mil empresas de la provincia, están realizando seguimientos «exhaustivos» de los positivos de trabajadores de sus empresas, hasta el punto de que se llama a plantillas completas para averiguar si son contactos. Trabajan sin descanso, de lunes a domingo y han tenido que reforzar su propia plantilla para realizar los rastreos en las empresas.
«Mis sanitarios están saturados», admite Carrasco. «Al que se quiere escaquear se le ve venir. Pero esto es ya un problema en las empresas y va a ser mucho peor en noviembre, cuando empiecen las fiebres el malestar general por las gripes, en esta situación, ahí sí va a entrar la picaresca y va a ser complicado», concluye.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión