Torres Hurtado entra en su fin de semana de "reflexión" mientras se negocia la moción de censura

Sin embargo, el alcalde parece que tiene poco sobre lo que recapacitar, insiste en su inocencia y cuestiona la legalidad de su detención en la 'Operación Nazarí', uno de los focos políticos a nivel nacional de la semana. Torres Hurtado lo dijo ayer viernes igual de claro que el miércoles pero notablemente más alto. En su última comparecencia de prensa pronunció un sonoro y estruendoso 'no' a la pregunta sobre si sopesaba dimitir.

Su situación política es complicada, suspendido de militancia y sin arrope a nivel orgánico. Y su detención le ha colocado -es de suponer que involuntariamente- en el centro de una guerra desatada entre la Fiscalía General del Estado y la Policía.

Torres Hurtado ha tildado de ilegal su detención, lo que suscitó el viernes la matización del Gobierno, la fiscalía, los juzgados, la Policía y hasta de su propio partido. Pocas cosas tiene a su favor para poder resistir hasta el 12 de mayo, cuando está citado a declarar en el Juzgado de Instrucción número 2 de la capital.

Y a todo esto, pese al ultimátum de 48 horas, el PP no sabe a ciencia cierta cómo salir de este atolladero.

Mientras tanto, durante el fin de semana de 'reflexión' de Torres Hurtado, los partidos de la oposición avanzan todavía tímidamente sobre la configuración de una moción de censura que requiere, al menos, de la unión de PSOE, Ciudadanos y 'Vamos, Granada'. El apoyo de IU se da por hecho y ya cuenta con el respaldo de su asamblea.

La incógnita quizás sea si 'reflexionará' antes Torres Hurtado o sus opositores políticos.