Borrar
El presidente de EE UU, Donald Trump, uno más en la celebración del Chelsea. Reuters
Análisis

El negocio de Infantino y Trump no cautivó a la afición e indignó a grandes ligas y futbolistas

El primer Mundial de Clubes encumbró al Chelsea, dejó señalado a Luis Enrique, agudizó las diferencias entre dos realidades y sobre todo, evidenció que la FIFA y EE UU tienen mucho que corregir para el gran certamen de selecciones de 2026

Ignacio Tylko

Madrid

Lunes, 14 de julio 2025, 13:46

Comenta

Si el Mundial de Clubes pretendió ser un ensayo de la Copa del Mundo de selecciones que coorganizarán el verano próximo EE UU, México y ... Canadá, apañada está la FIFA, que debe hacérselo mirar. La tangana final entre los ganadores del Chelsea y los perdedores del París Saint-Germain, con esa agresión de Luis Enrique a Joao Pedro que supone un pésimo colofón del técnico asturiano a una temporada colosal, emborronó el cierre del certamen y ratificó la idea de que este invento de Gianni Infantino, mandamás de la FIFA, se asemeja más a un gran torneo de verano, a esa International Champions Cup que los grandes afrontan en sus giras estadounidenses, que a un certamen universal con mayúsculas.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

ideal El negocio de Infantino y Trump no cautivó a la afición e indignó a grandes ligas y futbolistas

El negocio de Infantino y Trump no cautivó a la afición e indignó a grandes ligas y futbolistas