La liberación a medias de Mbappé dispara al Real Madrid

El tercer triunfo consecutivo en los tres encuentros disputados desde aquel vapuleo a manos de su máximo adversario sirvió para apuntalar la escalada de los blancos, que aliviaron sus padecimientos en la Champions imponiéndose a un Getafe peleón, pero reñido con la madera. La actuación del cuadro que dirige José Bordalás resultó insuficiente para romper la sequía de 16 años que acumulan los azulones sin sumar en Chamartín y la pésima racha del técnico alicantino, incapaz de derrotar a los blancos tras catorce enfrentamientos, aunque mostró el camino a seguir por parte de una escuadra dotada de escasos recursos y sumida en la zona baja de la tabla, pero que no negocia el sacrificio.

Acabó abatido el Getafe por el Real Madrid, que pudo golear pero terminó sufriendo después de que Mbappé desperdiciase un carrusel de ocasiones pintiparadas en la segunda mitad. La liberación del galo tras el runrún que generó su pobre actuación en Anfield se quedó a medio camino, pero le bastó al Real Madrid para estrechar el cerco sobre un Barça que está cada vez más presionado.

Regresó como punta de lanza Rodrygo al once de Ancelotti, que mantuvo a Mbappé en el flanco izquierdo del ataque y situó a Brahim en el costado derecho con la misión de encontrar las grietas de un Getafe que robusteció la retaguardia con cinco efectivos y dobló el lateral derecho, con Nyom por delante de Iglesias para vigilar las incursiones del '9' de los blancos.

Se aferraba el bloque azulón a ese grueso forro para contrarrestar el colmillo del Real Madrid, pero el sólido planteamiento de los visitantes se desmoronó al filo de la media hora por un agarrón de Nyom sobre Rüdiger en un saque de esquina que Hernández Hernández, quien ya había amonestado en una acción previa al internacional por Camerún a causa de otro forcejeo con el central germano, castigó con pena máxima. Cedió Mbappé el lanzamiento a Bellingham, que se había quedado sin golpear uno frente al Stuttgart en la Champions, y ejecutó con sangre fría el inglés, con 'paradinha' en la carrera para hacer que Soria se venciera al lado equivocado.

De bien nacidos es ser agradecidos, por lo que le devolvió pronto ese favor el británico al francés con un pase milimétrico que abrió en canal a la zaga del Getafe. Trazó la diagonal el '9' y soltó un derechazo inapelable que golpeó la cepa del palo largo antes de besar la red. Diana redentora del crack de Bondy, con el que había cerrado filas el coliseo merengue ya antes de que protagonizase una acción digna al fin del prodigioso talento que atesora y que sigue mostrando a cuentagotas desde que aterrizó en el Real Madrid.

Agitaron la baraja tanto Ancelotti como Bordalás al descanso. El primero por obligación y el segundo por necesidad. Retiró el italiano a Bellingham, mareado tras un lance, para alistar a Arda Güler. Tiró el alicantino de Uche y de Coba, sacrificando para ello al amonestado Nyom y a Arambarri. Jugaba a favor de obra el Real Madrid frente a un Getafe forzado a asumir un papel opuesto a su espíritu reactivo, lo que propició un litigio mucho más entretenido en el segundo tiempo.

Perdonó la sentencia Brahim antes de que el palo impidiese a Uche recortar distancias. La irrupción del nigeriano subió las prestaciones ofensivas del Getafe, pero problemas físicos apagaron pronto la estrella de quien sin duda es uno de los futbolistas revelación de esta Liga. Tuvo cerca el doblete Mbappé, que malogró tres ocasiones de forma inexplicable, y pudo marcar también Valverde con un cañonazo marca de la casa que contuvo David Soria sacando una mano de titanio.

Empujó el Real Madrid, pero el Getafe no bajó los brazos y metió el miedo en el cuerpo a los locales hasta el último momento. Rozó el tanto Diego Rico con un trallazo que salió lamiendo el palo tras tocar ligeramente en el cuerpo de Valverde y aún más cerca estuvo Patrick con un zapatazo que repelió primero el travesaño y después el poste. La madera fue la cruz del Getafe y el elemento que evitó mayores sustos a un Real Madrid que tiene al Barça a tiro y dispone de una bala extra en la recámara para consumar el 'sorpasso'.