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La plantilla del Liverpool celebra el título de campeones de Europa. Afp
El Liverpool recupera el trono europeo con su versión más sólida
Final

El Liverpool recupera el trono europeo con su versión más sólida

Tras adelantarse en el minuto inicial maniató al Tottenham al que ajustició en la recta final tras el acierto de Alisson para sumar su sexta 'orejona'

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Sábado, 1 de junio 2019

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Una final inglesa que no se jugará en Wembley, sino en Madrid a 1.776 kilómetros de un Wembley donde Liverpool y Tottenham se enfrentaron en 1982 por la Copa de la Liga. Esta vez lo harán por el trofeo más importante del continente, en una cita que expande la marca Premier después de que hace tres días Chelsea y Arsenal hicieran lo propio a orillas del Caspio, en Bakú. Allí, a orillas del Báltico, apenas había aficionados británicos mientras que la capital española está colapsada por miles de hinchas británicos que esperan disfrutar de una fiesta en la segunda final inglesa de la Liga de Campeones once años después de que Chelsea y Manchester United lo hicieran en Moscú.

Un inglés sustituirá a un español como rey de Europa, después de que el Real Madrid ganase cuatro de las cinco últimas que fueron para el fútbol español. Sólo el Barcelona fue capaz de meterse en el terreno del club blanco, que sumó la última de sus 'orejonas' precisamente ante un Liverpool capaz de remontar un 3-0 encajado en el Camp Nou. El equipo 'red' tiene cinco trofeos en sus vitrinas, el último logrado en 2005 tras una noche de locura en Estambul con Rafa Benítez al frente del equipo. Ahora es Klopp el que espera relevarle en su tercer intento, tras el doloroso recuerdo de 2013 y sobre todo de lo vivido en el Olímpico de Kiev, cuando perdió a Salah por lesión y encajó dos goles por fallos de su portero Karius. «También se puede marcar un gol desde 18 metros», dijo en referencia al 3-1 final.

Su Liverpool ha vuelto al primer plano continental desde que tomase las riendas en octubre de 2015 si bien por ahora ha perdido sus dos finales europeas ante Sevilla y Real Madrid. «Aprendimos mucho desde que trabajamos juntos y hemos mejorado mucho. El equipo es mucho más maduro», aunque eso no le sirvió para ganar la Premier pese a los 97 puntos logrados. Sólo perdieron un partido, ante el City, pero fue decisivo. Ganaron los dos encuentros en esta Premier League frente a su rival en el Metropolitano pero Klopp no quiere colgar a nadie el cartel de favorito de cara a la final. «No se puede comparar un partido de la Premier a esta final», coincidieron ambos entrenadores.

Firmino y Kane se apuntan

El alemán, que medita poner a Wijnaldum -héroe por su doblete ante el Barcelona en Anfield- por James Milner, solo lamenta la ausencia de Naby Keita por un problema en la ingle. Y es que nadie duda que Firmino será titular. «Está listo», dijo Klopp tras las molestias que viene arrastrando el brasileño, ausente en la recta final de campaña, aunque no quiso confirmar que vaya a saltar de inicio completando, con Salah y Mane, el famoso y temido tridente que tanto preocupa a Mauricio Pochettino, que incidió en la capacidad de los suyos en superar obstáculos en estos diez meses de competición. «Muestra el carácter del equipo y lo fina que es la línea del éxito», insistió el argentino ya en Madrid.

Sin poder fichar en el mercado veraniego ni en el invernal por su nuevo estadio se aferró al espíritu de grupo para alcanzar un lugar nunca antes conocido: la final de la competición, ya que sólo había estado entre los mejores cuatro en otra ocasión y fue hace 57 años. Muchos de sus hinchas presentes en Madrid no habían nacido entonces ni tampoco cuando ganaron su única competición europea en 1984. De hecho, hace 11 años que no ven a su equipo levantar un trofeo. Ahora, tras bordear la eliminación en la primera fase, los cuartos y las semifinales se presenta en la final dispuesto a culminar el milagro.

Pese a que no quiso confirmarlo, todo apunta a que Harry Kane estará listo para la final tras una lesión de tobillo provocada en la ida de cuartos. Su presencia provocará muchos movimientos que podrían afectar incluso al héroe de Ámsterdam, Lucas Moura. Todo dependerá de quienes rodeen a Christian Eriksen, Dele Alli y el coreano Heung-min Son. Harry Winks, Eric Dier y Moussa Sissoko aspiran a tener una plaza en un once para el recuerdo. Pochettino ha insistido estas semanas en la concentración ya que el 41% de sus goles encajados llegaron en los primeros 15 minutos de partido.

Un millón de litros de cerveza

El otro foco de interés será ver cómo se comportan todos aquellos presentes en Madrid. Muchos de los 70.000 aficionados viajaron sin entrada -la reventa está por encima de los 3.000 euros por ticket- pese al aviso de que no habrá pantallas gigantes en ningún lugar de la capital. No es una medida nueva sino algo que decidió UEFA después de los incidentes provocados por aficionados del Rangers que se desplazaron a Manchester en 2008 para la final de UEFA. Un fallo técnico en los monitores provocó una batalla campal con miles de euros de desperfectos.

Más de 4.200 agentes de la Policía formarán el dispositivo de seguridad. Por el momento ya se han atendido más de medio centenar de lipotimias entre aquellos que empezaron a disfrutar del millón de litros de cerveza que los hosteleros prevén vender este fin de semana en la capital. Ahí, en los bares, será donde tendrán que ver la final los que no encuentren entrada en el mercado negro. Se calcula un gasto medio de 300 euros por persona en ocio y gastronomía para un total de 18 millones.

Marcar primero en la final de la Champions League suele ser garantía de éxito. Para todos, pero sobre todo para el Liverpool que ganó siempre que marcó primero. Tres semanas de preparación para que en apenas 23 segundos todo cambie. El plan de Pochettino se fue al traste porque Mané ganó la espalda a Trippier, dentro del área se giró para centrar al punto de penalti y un brazo despegado de Sissoko trabó la pelota. Skomina no lo dudó y el VAR no le corrigió ya que las instrucciones son castigar las manos de los jugadores que se 'hacen más grandes'. Salah no falló desde los once metros pese a que lo tiró fuerte y poco centrado pero Lloris no lo llegó a rozar. Solo Maldini había anotado de manera más temprana en una final ... ante el Liverpool y acabó perdiendo en aquella mágica noche 'red' en Estambul.

Ese gol condicionó todo, porque desde ese momento el Liverpool de Klopp, que se quita el estigma de perdedor, se sintió más tranquilo a la hora de defender la salida de balón del Tottenham que sin Lucas tuvo a Eriksen más adelantado y la creación quedó en los pies de Sissoko y Winks, del que estuvo muy pendiente Firmino. Y los extremos trabajaban por dentro. El Tottenham, sin reaccionar mentalmente al gol encajado, disponía de ventaja para salir por fuera, pero los centrales y Lloris estaban imprecisos para encontrar a Delle Alli, que de interior genera menos que en la media punta, y Kane, desaparecido. Eriksen tampoco es que llegara a posiciones de remate y cuando lo hizo no tuvo acierto.

Mérito de Klopp y su Liverpool. El alemán aprendió de Kiev, optó por menos rock & roll e introdujo varios retoques para poder volver a campeonar en Europa. El más llamativo el de Alisson por Karius, decisivos en ambas citas por motivos distintos, pero Klopp optó por Matip en lugar de la garra de Lovren y la disciplina táctica de Fabinho en lugar del derroche físico de Milner. El partido pasó a ser tan táctico que parecía que ambos se han olvidado del fútbol. De hecho, quizá por el gol tempranero o porque los aficionados se habían pasado todo el día al sol bebiendo el ambiente dentro del Metropolitano era extraño. Escaso incluso para dos clubes ingleses.

Tottenham

Lloris, Trippier, Alderweireld, Vertonghen, Rose, Winks (Lucas Moura, min. 65), Sissoko (Dier, min. 73), Eriksen, Dele Alli (Llorente, min. 81), Son y Kane.

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Liverpool

Alisson, Alexander-Arnold, Matip, Van Dijk, Robertson, Fabinho, Henderson, Wijnaldum (Milner, min. 62), Mane (Joe Gómez, min. 90), Salah, Firmino (Origi, min. 58).

  • Árbitro Damir Skomina (Eslovenia). Sin amonestados.

  • GOLES 0-1: min 2. Salah, de penalti. 0-2: min 88. Origi.

  • incidencias Final de la Champions 18-19. Wanda Metropolitano. Lleno. 67.829 espectadores. Se guardó un minuto de silencio en memoria de José Antonio Reyes, internacional español fallecido en accidente de tráfico en la mañana del sábado a los 35 años, que se convirtió en uno de aplausos. UEFA cambió el protocolo y los equipos pudieron hacerse una foto de los 23 jugadores en el mismo césped tras la protocolaria de los once iniciales. Imagine Dragons y Asturia Girls actuaron antes de la final. Saltó una espontánea en el minuto 17 de la zona del Liverpool y se interrumpió el juego. El Liverpool consigue su sexto título y se coloca tercero en el palmarés tras Real Madrid (13) y Milan (7).

Los spurs parecían acobardados, Son tiraba de coraje pero inicialmente estuvo impreciso las veces que pudo alejarse de Van Dijk para correr con espacios. Demasiado solo en un Tottenham que no sumaba pases y tras sus pérdidas el Liverpool no dudaba en finalizar jugadas, incluso con zapatazos de sus laterales que normalmente buscaban centros al área. De hecho, pudo llegar el segundo en una carrera con disparo final de Robertson pero Lloris repelió a córner y en una bola que Rose quitó de la cabeza a Salah en el segundo palo. El egipcio, que esta vez no tuvo que irse antes de lo deseado a la caseta, cuando se plantaba en la frontal lo intentaba desde lejos.

Necesitaba un nuevo milagro el Tottenham en 45 minutos, similar al de Amsterdam o al del Real Madrid en Lisboa. La segunda mitad se mostró más pasional, contagiado por su hinchada, que aceptó ir al intercambio de golpes con un Liverpool que destruía con acierto y transmitía más peligro en sus llegadas. Klopp retiró a Firmino, al que se notó la inactividad por la lesión, para que Origi incordiase en la salida de pelota a Alderweireld y Vertonghen. Además reclutó a Milner por Wiljnaldum, algo agotado en la zona ancha. Lo hizo antes de que pareciese en la media hora final Moura, dispuesto al tercer milagro en la competición. Su equipo no había asustado a Alisson sin él. Pasó Eriksen a recibir delante de sus centrales, intervino más pero se exponía el cuadro de Pochettino a un segundo gol que matase de modo definitivo el partido.

Lo rozó Milner antes de que Delle Alli hiciese el primer remate entre los tres palos de los londinenses... a los 72 minutos. Se creció el Tottenham y empezó a obligar a Alisson, que detuvo buenos intentos de Son y después otro de Moura antes de un golpe franco de Eriksen. Al igual que con Van Dijk, elegido MVP del partido tras mostrar las cualidades (colocación, velocidad y poderío aéreo) por las que ahora mismo es el mejor central del mundo, los millones invertidos han merecido la pena a los 'reds'.

Quedaban diez minutos y pensó Pochettino que era el momento ideal para Llorente, que podía volver a hacer valer su juego aéreo en favor de sus compañeros de segunda línea. Pero el riojano, que lloró desconsoladamente antes del inicio del partido por su amigo y excompañero José Antonio Reyes, no tuvo opción porque fue Origi el que, como ante el Barcelona, se vistió de héroe para llevar al Liverpool al cielo de Madrid. La fiesta inglesa fue roja .

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