El ladrillo sigue ganando músculo: uno de cada cien granadinos compró una casa el año pasado
La compraventa de vivienda alcanza sus valores más altos en una década tras superar los años peores de la crisis económica, aunque es la tercera provincia andaluza que menos crece
La compraventa de vivienda en la provincia granadina cerró otro año en el que consiguió apuntalar nuevas señales de recuperación. Con un crecimiento del ... 14,1% en un año, el sector inmobiliario de Granada logra su mejor dato desde el inicio de la crisis económica y se acerca cada vez más a volver a las cifras anteriores al estallido de la burbuja de las hipotecas 'subprime' que se llevó por delante la economía española en 2008. La provincia señala así de nuevo el camino de salida de una época de vacas flacas en las que la actividad tanto pública como privada llegó a estar en un freno casi total.
De acuerdo con los datos más recientes de la estadística de Transmisiones de Derechos de la Propiedad, que elabora el Instituto Nacional de Estadística (INE) y que ya abarca los datos completos relativos al año 2018, a lo largo de los últimos doce meses se compraron y vendieron en Granada un total de 10.463 viviendas. Es la primera vez en diez años que se logra superar la cota de las 10.000. Para encontrar un dato superior hay que remontarse hasta el año 2008, el primero de la crisis económica, en el que comenzó la desaceleración en el sector. En aquel momento, el número de casas que se compraron y vendieron fue de 12.846, un 22% superior al registrado al cierre del año pasado.
Así, los datos del INE arrojan una media de 28 viviendas nuevas vendidas cada día, u 872 cada mes. Unas cifras que certifican la vuelta a la actividad de un sector que llegó a perder la mitad de su actividad durante los peores años de la crisis.
Por poner un ejemplo, el peor año para esta estadística en Granada fue 2014, siempre según la serie estadística del INE, que abarca hasta el año 2007. Entonces, los doce meses cerraron con un montante total de 6.183 viviendas compradas y vendidas en la provincia. Sólo con respecto a los datos de 2018, el diferencial alcanza el 69%; es decir, que la actividad en el mercado inmobiliario ha aumentado en ese valor a lo largo de los últimos cinco años. Con respecto a 2008, el primer año de crisis económica, la brecha es aún mayor. Aquel año el nivel de actividad fue el doble.
Las 10.463 viviendas compradas y vendidas durante los últimos doce meses también suponen alcanzar una cifra importante. De acuerdo con los datos de empadronamiento provinciales, de media, uno de cada cien granadinos compró una vivienda el año pasado. En concreto, la cota fue de 1,15 por cada 100 habitantes, en línea con el promedio de Andalucía, situado en 1,21. Sólo Málaga y Almería ofrecieron cifras superiores en el contexto de la comunidad autónoma.
En el entorno andaluz
A pesar de que un crecimiento en doce meses del 14,1% para el mercado del ladrillo en Granada es sin duda un dato positivo, lo cierto es que la provincia tiene aún un camino que recorrer para acercarse a las que fueron punteras en este sentido durante 2018. De acuerdo con los datos más recientes del Instituto Nacional de Estadística, la granadina fue la tercera provincia andaluza donde menos creció la compraventa de viviendas a lo largo de 2018. Sólo Jaén, con un aumento del 6,2%, y Málaga, con un 5,1%, ofrecieron tasas más bajas.
Por el lado contrario, las tasas más altas de aumento de actividad durante el año pasado se vivieron en Almería, donde se compraron y vendieron un 22,8% más de inmuebles dedicados a vivienda, y en Sevilla, donde el incremento interanual fue del 19,1%.
Así, al cierre del año, una de cada diez viviendas que se compraron y vendieron en Andalucía lo hicieron en la provincia granadina. En concreto, este porcentaje es del 10,3%. Este mercado se comporta así de manera coherente con el volumen de actividad total que representa Granada sobre la comunidad autónoma. Por ejemplo, según los datos de población más recientes del Instituto Andaluz de Estadística y Cartografía (IECA), la población de la provincia representa el 10,8% del total de la región, mientras que la actividad inmobiliaria es del 10,3% sobre el conjunto.
Cerca de niveles precrisis
Otra de las tendencias que permiten certificar los datos más recientes del Instituto Nacional de Estadística es el progresivo acercamiento a los datos de los años previos al estallido de la burbuja hipotecaria que dio el pistoletazo de salida a una década de crisis económica que no acaba de terminar. La diferencia es todavía de dos dígitos, pero las cifras siguen acercándose.
En concreto, los datos de compraventa de viviendas al cierre del año 2018 se encuentran todavía un 18,6% por debajo de los registrados diez años antes, en 2008. El caso del mercado inmobiliario de Granada destaca porque es la provincia andaluza que más cerca se encuentra de recuperar los niveles anteriores a la crisis, con la excepción de Málaga, que en este tiempo ha conseguido no sólo recuperar los niveles de actividad de aquella época, sino superarlos. En la provincia malagueña ya se compraron y vendieron el año pasado un 12,8% más de inmuebles que diez años antes.
En Granada, si las cifras continuasen el mismo ritmo de aumento que el detectado en los últimos tiempos, en un plazo máximo de dos años podrían volver a alcanzarse niveles anteriores a la crisis en el mercado del ladrillo.
Más vivienda usada
Una de las cosas que sí ha cambiado con claridad con respecto al inicio de la crisis es qué tipo de viviendas se compran y venden más a menudo. Hace dos lustros, en 2008, más de la mitad de todas las transacciones inmobiliarias tuvieron como objeto una vivienda nueva. En concreto, el 56% del total eran nuevas, mientras que el 44% respecta correspondía a los inmuebles que ya tenían un uso previo.
En la actualidad, la distribución ha cambiado de manera muy notable. Ahora, menos de una de cada cinco viviendas que se compran y venden en Granada son nuevas. El porcentaje es del 18%, mientras que el 82% corresponde a viviendas que figuran como usadas en la estadística oficial. Los expertos del sector señalan que este dato tiene un poco de trampa, aunque es cierto que la actividad constructora ha estado muy parada durante años y sólo en los dos últimos ha empezado a recuperar un cierto nivel de fuerza.
Según los conocedores del mercado, el Instituto Nacional de Estadística cuenta como usadas todas aquellas viviendas que se encuentran en propiedad de bancos, ya sea porque los impagos hipotecarios devolvieron la propiedad a la entidad financiera o porque formen parte de ese volumen importante de promociones de vivienda que nunca llegaron siquiera a venderse. Todo ese parque de inmuebles, que comienza a moverse más ahora por el incremento del poder adquisitivo, además de por un proceso de desapalancamiento de ladrillo que llevan a cabo las propias entidades, cuenta como usado para las estadísticas oficiales.
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