Malagueños y sevillanos copan dos tercios de los altos cargos del nuevo gobierno de la Junta

En los dos meses que han pasado desde la investidura de Moreno Bonilla como presidente, la mayor parte de los organigramas de alto nivel de las once consejerías que componen la Junta de Andalucía en la actualidad se ha renovado casi por completo. Sin contar las agencias y otras entidades adscritas –donde aún quedan muchos movimientos por producirse– 106 cargos directivos han sido ya sustituidos por nombramientos de la nueva administración, mientras que quedan 14 que se encuentran en la actualidad vacantes o en los que continúa una persona que ya figuraba en ese puesto durante la última legislatura socialista. Estas cifras suponen que, por el momento, el 90% de la organización de alto nivel de la Junta ya se encuentra en manos de cargos nombrados por el Gobierno de PP y Ciudadanos; resta por nombrar ese otro 10%.

El primer gran dato que ofrece el análisis de los 200 altos cargos nombrados en estos dos meses tiene que ver con el origen o la vinculación directa de los mismos. Si se excluye del recuento a los representantes territoriales de las diferentes consejerías, que están siempre en relación directa con la provincia en la que desarrollan su trabajo, más de la mitad de los cargos proceden o están conectados con Sevilla o con Málaga. En concreto, esta cifra alcanza el 54% del total; en números brutos, 75 de los 143 cargos que no son delegados territoriales ni del Gobierno en las provincias andaluzas. Sevilla es la que acumula mayor número de personas con origen o vinculación en ella en los organigramas de las nuevas consejerías. 49 de los 143 provienen de allí, lo que supone algo más de un tercio del total, mientras que 26 son de o están relacionados directamente con Málaga, de donde es oriundo Moreno Bonilla; son prácticamente uno de cada cinco. En tercer lugar en términos de representación se encuentra la provincia granadina, con 16 de los 143 nombramientos, el 11% del conjunto.

El porcentaje es aún más alto si sólo se mira la parte más alta de cada organigrama, donde están la propia consejería, la viceconsejería y las secretarías generales. Ahí, casi dos tercios del total de los nombramientos (el 61%) están vinculados a Sevilla o a Málaga.

En la parte baja de este escalafón de reparto político se encuentran Almería y Jaén, que comparten el farolillo rojo de ser las provincias con menos peso en el nuevo Gobierno autonómico; al menos por el momento. Ambas cuentan con sólo seis cargos nombrados, menos de la mitad que Granada, la cuarta parte que en Málaga y un 87% menos que la representación sevillana.

También hay seis fichajes que provienen de fuera de Andalucía o no han estado vinculados con ella de manera significativa de entre los 143 nombramientos que se han producido en el Consejo de Gobierno desde el 21 de enero; para llegar a la cifra total habría que sumar otros 48, que no tienen un peso específico en el reparto provincial porque se dividen en igualdad por tratarse de representantes territoriales y delegados del Ejecutivo.

La tendencia que más destaca, sin embargo, tiene que ver con lo común que es que los consejeros del nuevo Gobierno se rodeen de personas con origen en o vinculadas con su provincia de procedencia. De entre las 11 consejerías formadas tras la investidura de Moreno Bonilla, en más de la mitad, siete en total, el grupo mayoritario de altos cargos es el que está asociado a ese mismo lugar. Por ejemplo, la Consejería de Salud yFamilias, en manos del PP, tiene a la cabeza a Jesús Aguirre, vinculado a Córdoba; de los diez nombramientos en su organigrama al más alto nivel, seis están en relación directa con la misma provincia.

La gran asignatura pendiente del Gobierno bipartito de Moreno y Marín sigue siendo la renovación de las agencias y otros entes adjuntos a las once consejerías, de las que la más importante es la radiotelevisión pública andaluza (RTVA). Dos tercios de las 58 entidades adscritas que figuran en los organigramas oficiales disponibles en la web de la Junta de Andalucía -en concreto, 37- siguen todavía sin renovaciones en sus cargos directivos. Destacan especialmente los casos de las asociadas a la Consejería de Turismo, a la cabeza de la cual se encuentra el vicepresidente, Juan Marín, y la de Presidencia, a cargo de Elías Bendodo, entre las que queda repartida la administración de la RTVA. La primera de ellas, en manos de Ciudadanos, no ha renovado a los directivos de ninguna de sus organizaciones subordinadas, mientras que la segunda, que dirige el número dos del Partido Popular andaluz, sólo lo ha hecho en una ocasión.

El caso de la Consejería de Fomento, al frente de la cual se encuentra la granadina Marifrán Carazo, destaca en este sentido por la razón opuesta. Es la única de las once que ha renovado a todos los cargos de su organigrama de alto nivel en los dos meses que han pasado desde que el Consejo de Gobierno de la Junta comenzase a reunirse el pasado 21 de enero.

En términos globales –excluyendo a delegados del Ejecutivo y territoriales– Presidencia, Agricultura y Economía son las tres consejerías donde se han nombrado más altos cargos, con 19, 17 y 15 designaciones respectivamente. Y eso que la que encabeza el malagueño Elías Bendodo es la que tiene más vacantes sin cubrir en su organigrama de alto nivel; de acuerdo con la última versión de este documento, datada el pasado 26 de marzo, siguen estando vacantes los puestos de la Secretaría General de la Presidencia y la de Acción Exterior.

Por el lado contrario aparece la Consejería de Cultura, en manos de la popular sevillana Patricia del Pozo, que sólo ha nombrado en este tiempo ocho altos cargos.

Otro de los factores que destaca en los 198 nombramientos que en total han salido del nuevo Ejecutivo autonómico es el alto número de perfiles técnicos y con experiencia previa en otras labores administrativas que han sido rescatados para formar parte de los organigramas de las consejerías. Los casos son muchos; por poner algún ejemplo, el de Sergio Arjona Jiménez, nuevo director general de Infraestructuras del Agua, que ya formaba parte de la Junta de Andalucía como jefe de servicio de Carreteras desde el año 2011; o el de Francisco Gutiérrez Rodríguez, también de los populares, que previamente había tenido una etapa de siete años en el Consejo Consultivo.

También los hay en los puestos de primer nivel y mayor carga política, como ocurre en el caso de Ignacio Díez Berna, una persona de confianza de Juanma Moreno desde que se conocieron cuando ambos trabajaban en el Ministerio de Sanidad. Desde que Moreno Bonilla se hizo con la presidencia del Partido Popular andaluz, Díez Berna ha estado con él, y ha sido nombrado director de Estudios y Análisis de la Secretaría General de Presidencia.

En lo que respecta a Ciudadanos se repite el patrón con pocas variaciones. Es posible encontrar exconcejales, exaltos cargos de la Seguridad Social en Málaga, directivos de la agencia de mediación de la Junta (el Sercla) y casos como el de Manuel Pablo Muñoz, un granadino que fue director del Patronato de Turismo de la provincia y gerente de la Empresa Pública para la Gestión del Turismo y el Deporte de Andalucía tanto con el PSOE como con el Partido Popular.