Las prácticas y alimentos de tu cocina que pueden intoxicarte
La Agencia Española del Consumo ha elaborado un listado para prevenir
IDEAL.ES
Lunes, 25 de septiembre 2017, 11:28
Ingerir alimentos es obligatorio para las personas si queremos mantenernos sanos y vitales. Pero ingerirlos de forma incorrecta por un mal uso previo de los ... mismos puede resultar fatal para nuestra salud. Por eso la Agencia Española de Consumo (Aecosan) ha elaborado un listado de errores comunes que se cometen con los alimentos en la cocina y que pueden intoxicarte.
Para empezar hay que tener mucho cuidado con aquello que tostamos. Hay que evitar en gran medida la parte negra de las tostadas, los empanados o las patatas porque contienen acrilamida. Se trata de un compuesto químico que es perjudicial para nuestro organismo. Si bien hay que vigilarlo, tampoco hay que quedarse cortos y consumir los alimentos crudos.
Igual de importante es conservar la cadena de frío y guardar los alimentos en recipientes correctos y adecuados para ellos. Ambas circunstancias tienen su fin en la nevera que deberíamos limpiar al menos una vez al mes para evitar que se acumulen agentes patógenos que pueden derivar en intoxicaciones.
Hay que lavar correctamente las frutas y las verduras por el mismo motivo. Pueden acumular microorganismos que perjudiquen severamente nuestra salud. Incluso si vamos a quitarles la cáscara puede haber sustancias perjudiciales. Las mismas que están presentes en las sobras de las comidas frías. No se deben consumir si están a una temperatura inferior a 75 grados.
A la hora de cocinar es muy importante que mantengamos una buena higiene. Antes y durante. Porque si nos lavamos las manos antes de manipular los productos y hacemos lo propio cuando cambiamos de ingredientes, estamos facilitando que se eliminen bacterias que se puedan quedar en la comida. Lo mismo sucede al dejar hervir un minuto los guisos y sopas.
Para finalizar, varios consejos. El primero es que hay que saber diferenciar entre fecha de caducidad y "consumir preferentemente". Una vez se pasa la fecha del primero no se debe comer ese alimento mientras que en el segundo caso no pasa nada más que la comida en cuestión pierde ciertas propiedades pero no es perjudicial con poco tiempo. También hay que saber cuidar los huevos. Ni hay que lavarlos si no se van a consumir al momento, ni se han de separar la clara de la yema en las cáscaras. Ambas prácticas abonan el terreno para que los microbios hagan de las suyas.
Congela siempre el pescado crudo, mete la comida en la nevera cuando deje de quemar y mantén las latas de conservas fuera de la misma. Estos tres consejos también te ayudarán a evitar que comer pueda convertirse en una operación de riesgo para nuestro cuerpo.
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