Las 'farma fiestas', la peligrosa moda de mezclar alcohol y drogas
Por un lado, psicofármacos, tranquilizantes, relajantes o pastillas antidepresivas como el diazepan, el bromazepan o la fluoexetina. Por otro, grandes cantidades de bebidas blancas
Carlos Balboa
Lunes, 22 de septiembre 2014, 00:54
Una nueva moda se está implantando en Latinoamérica desde Estados Unidos, donde tiene su origen. Se trata de una nueva práctica de los jóvenes antes ... de ir de discoteca y que incluso supera al botellón en cuanto a ingesta de sustancias se refiere. Las 'farma fiestas' son ya una realidad al otro lado del charco.
Háganse una idea: por un lado, psicofármacos, tranquilizantes, relajantes o pastillas antidepresivas como el diazepan, el bromazepan o la fluoexetina. Por otro, grandes cantidades de alcohol. Ahora imaginen una mezcla letal. El resultado, un peligroso cóctel.
Estos encuentros altamente tóxicos se suelen llevar a cabo en las casas de los jóvenes. En Argentina, sin ir más lejos, hay empresarios que alquilan locales y las organizan, según reveló el Diario Popular. Miguel Maldonado, perito forense, aseguró a este medio que "la modalidad de las 'farma fiestas' tiene una vinculación directa con los rituales en las cárceles, donde se prepara el denominado Pajarito, a base de frutas fermentadas y que se mezcla con pastillas que aportan internos que deben medicarse o traen los familiares desde el exterior".
La fórmula empleada para beber esta mezcla es la siguiente: preparan una jarra que denominan atómica y contiene whisky o alguna bebida blanca, combinada con pastillas psiquiátricas. Sandra Giorini, asesora institucional en adicciones, reveló en declaraciones a Terra.com que en estas fiestas "los chicos quieren seguir a un ritmo frenético todo el tiempo y aunque no lo deseen su organismo comienza a necesitarlo". A su juicio, "la adicción en los chicos del alcohol y su mezcla con psicofármacos es un problema que empeora. Hay que trabajar mucho con los padres de estos chicos, para que sepan qué hacer, qué puertas golpear, en síntesis, hay que involucrarlos pero otorgándoles herramientas".
El perito forense Miguel Maldonado es de la misma opinión: "Es muy difícil desarrollar una prevención, pero está claro que debemos trabajar mucho en la concienciación, en la educación y el apoyo familiar no puede faltar".
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