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Sábado Santo con la Alhambra

Sábado Santo con la Alhambra

La única cofradía que salió ayer llenó toda la ciudad

Fernando Argüelles

Domingo, 16 de abril 2017, 01:45

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Una vez más el Sábado Santo volvió a convertirse en una jornada de afluencia masiva de personas en las calles del centro, y eso que solo una cofradía hacía estación de penitencia. Es especial esta jornada en Granada, y ayer quedaba demostrado desde que a las cinco y media de la tarde se abrían las puertas del templo contiguo al Palacio de Carlos V y la airosa cruz de guía de la hermandad comenzaba a cruzar el recinto de la Alhambra. Antes, se había repetido en las puertas del templo la entrega de la llave que el pasado Domingo de Ramos la cofradía de la Borriquilla entregaba, simbolizándose así el final de las hermandades que muestran la pasión y muerte de Cristo.

El paso de la hermandad por las calles y jardines alhambreños fueron seguidos por centenares de personas, granadinos y, sobre todo, muchos turistas. Junto a todos ellos, el sonido de la campana de la Torre de la Vela sonando, servía de banda sonora a una jornada en la que nuevamente el buen tiempo fue protagonista. Y es que la campana de la torre más conocida de la Alhambra, la misma que suena cada dos de enero tocada por los granadinos, cada Sábado Santo comienza a redoblar en cuanto que la Virgen alhambreña toma la calle.

La presencia de Santa María de la Alhambra Coronada tiene un poder de atracción importantísimo. Las túnicas de damasco crema tan características de la corporación, fueron llenando la tarde del Sábado Santo desde la calle Real de la Alhambra hasta la Plaza de las Pasiegas. Lugares como el paso por la Puerta del Vino, la salida de la Puerta de la Justicia, la Fuente del Tomate en el bosque alhambreño, el Arco de las Granadas o la llegada a Plaza Nueva fueron rincones de concentraron de gran cantidad de espectadores, muchos llegados desde pueblos de la provincia u otras provincias cercanas, ya que la jornada del Sábado Santo es carente de procesiones en casi toda Andalucía.

La Banda Virgen del Castillo de Lebrija acompañaba, un año más, al paso de la cofradía, que este año llevaba un bello exorno floral sobre el que se levantaba la peana de orfebrería plateada en la que iba el conjunto escultórico de la Piedad que tallara Torcuato Ruiz del Peral. El paso procesional de la cofradía sigue siendo uno de los más admirados de la ciudad, con esa reproducción a escala del patio de los Leones de la Alhambra.

A las ocho y media de la tarde transitaba el cortejo la carrera oficial, rezándose la estación de penitencia en la Plaza de las Pasiegas antes de que en el interior catedralicio se celebrara el Triduo Pascual. Llegaba luego el momento del regreso. Pasada la medianoche subía el cortejo por los bosques de la Alhambra buscando el regreso de la cofradía en esta última noche de Semana Santa.

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