La dirección del PSOE se desmarca de la segunda vuelta electoral propuesta por Susana Díaz

"Susana Díaz ha hecho muchas propuestas en su discurso de investidura -ha afirmado el miembro de la dirección socialista durante la rueda de prensa posterior a la Junta de Portavoces, en la cámara baja-; algunas de ellas coinciden básicamente con lo que aprobamos en la Conferencia Política, otras con lo que abordamos en las convenciones municipales y autonómicas que celebramos hace unas semanas o meses. Otras no, y ya decidiremos en el marco de la elaboración del programa electoral".

Hernando ha subrayado que el Parlamento de Andalucía tiene toda la legitimidad para plantear formalmente una reforma de la ley electoral e incluso de la Constitución de esa naturaleza, pero ha dejado claro que hoy por hoy no puede considerarse una idea compartida por todo el PSOE.

El pasado invierno los socialistas se negaron en redondo a debatir de manera acelerada con el PP una modificación legislativa para que en los municipios gobierne la lista más votada que, entre otras cosas, podía contemplar la segunda vuelta. Lo hicieron porque consideraban que suponía alterar las reglas del juego prácticamente a mitad del partido, o sea, en vísperas de los comicios locales de este mes de mayo. Pero lo cierto es que no tienen una posición muy definida.

El PSOE propuso la elección directa de los alcaldes con doble vuelta en su programa electoral de 2004, cuando José Luis Rodríguez Zapatero era candidato. Una vez ganó las elecciones, el encargado de desarrollar la idea fue el ministro de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla, que se comprometió ante la Conferencia Sectorial de Asuntos Locales a llevarla a las Cortes para que entrara en vigor antes de las elecciones de 2007. No ocurrió así.

En aquel momento, como ahora, los socialistas estaban en la oposición en muchos municipios y aspiraban a recuperar el poder gracias a pactos con la izquierda y los nacionalistas (fueron los años del pacto del Tinell y del cordón sanitario al PP). La promesa cayó en el olvido y nunca más volvió a plantearse. Hasta ahora.

Si prospera o no en el ideario del partido dependerá pues, en parte, de lo que ocurra este 24 de mayo, que puede resultar muy determinante para el liderazgo interno del PSOE.