El Gobierno sirio advierte de que El-Asad es «una línea roja» en las negociaciones

"No negociaremos con nadie que quiera discutir de la presidencia. Bachar el-Asad es una línea roja y si ellos quieren continuar con esa posición mejor que no vayan" a Ginebra, ha declarado Al Mualem, refiriéndose a la oposición.

También ha dicho que el emisario de Naciones Unidas, Staffan de Mistura, "no tiene derecho" a hablar de las futuras elecciones presidenciales en Siria. "Ni él ni ninguna otra persona, cualquiera sea, tiene derecho a hablar de las elecciones presidenciales. Eso es responsabilidad exclusiva del pueblo sirio", ha declarado.

Al Mualem ha afirmado que la delegación siria que participará a partir del lunes en las negociaciones de paz de Ginebra no va a esperar más de 24 horas a la delegación de la oposición. "Nuestra delegación viajará a Ginebra mañana" domingo, ha apuntado. "Va a esperar 24 horas y si no hay nadie allí, volverá" a Siria, ha agregado el ministro, recordando que en la primera rueda de negociaciones la delegación gubernamental había esperado durante tres días la llegada de los opositores.

De Mistura afirmó el viernes que las elecciones presidenciales y legislativas en Siria deberían celebrarse en un plazo de 18 meses. A su vez, el Alto Comité de Negociaciones (ACN), que reúne a los grupos clave de la oposición siria, anunció, también el viernes, que a partir del lunes participará en Ginebra en estas negociaciones. El ACN también señaló que va a concentrarse "en la constitución del gobierno transitorio dotado de todos los poderes ejecutivos", en el cual "no hay lugar" para El-Asad.

Agenda

En la agenda de las negociaciones de paz en Ginebra, que se desarrollarán entre el 14 y el 24 de marzo, "habrá tres puntos: un nuevo gobierno inclusivo, una nueva Constitución y nuevas elecciones, que tendrán lugar en un plazo de 18 meses a partir del inicio de los diálogos", declaró De Mistura.

Desde las primeras negociaciones, que fracasaron en 2014, el principal escollo es el futuro de El-Asad, que rehúsa dejar el poder pese a cinco años de guerra que han provocado más de 270.000 muertos y millones de desplazados. Las conversaciones se desarrollarán en salas separadas con representantes del régimen y la oposición.