Que si quieres bótox, Catalina
Kate Middleton se gasta dos veces el salario mínimo de su país solo en peluquería y cosmética
ARANTZA FURUNDARENA
Lunes, 20 de agosto 2012, 03:33
Según los cálculos y averiguaciones del portal 'Hollywood Life', la siempre perfecta Catalina de Cambridge (née Kate Middleton) se gasta en peluquería y cosmética ... 28.000 euros al año, casi el doble del salario mínimo interprofesional de Gran Bretaña, el país del que algún día será reina. Y unas cuatro veces más que nuestro salario mínimo, por no compararlo con los famosos 400 euros de ayuda a los parados de larga duración, que con eso no le alcanza a Catalina ni para pintarse una uña. Si sienten que la indignación les desborda, respiren hondo y consuélense con ese refrán que dice: «No es más feliz quien más tiene sino quien menos necesita». Aunque, francamente, me da que Kate vive encantada con su derroche en carísimos perfumes de Jo Malone, sus maquillajes de lujo de Laura Mercier y Bobbi Brown y sus (ahí les duele el bolsillo a los británicos) más que frecuentes visitas al salón de belleza londinense Jo Hansfor, que es donde le hacen la 'mani-pedi'. Hansfor, como centro de belleza, pasa por ser el líder del color perfecto o (por ponerlo en castizo) la meca del tinte en el Reino Unido. Allí se tiñen a más de cien euros la mecha y comparten secador famosas como Liz Hurley, Georgia Jagger y Erin O'Connor... Pero parece que Kate para esto del pelo es de las de no sin mi peluquero de toda la vida o (por ponerlo en castizo) ¡Rupert, te necesito! Ella solo deja que sea la experta y también carísima mano de Richard Ward la que meza su larga, flexible y refulgente melena.
Si la duquesa de Cambridge se gasta ese dineral ahora que solo tiene 30 años, qué no invertirá en tratamientos cuando vea aparecer la primera arruga y alguien le tiente con un 'Que si quieres bótox, Catalina'... Esto pasa por confundir a las princesas actuales con maniquís de pasarela y esperar de ellas que tengan estilo, marquen tendencia, vistan a la última y estén en todo momento perfectas. Middleton enseguida asumió ese sacrificado rol y adelgazó varios kilos antes de su boda. Su vestido de novia le habría entrado justito a Kate Moss en sus escuálidos tiempos. La confusión entre la forma y el fondo (entre su apariencia y sus funciones) ha llegado a tal grado en el caso de las princesas que ya solo podría evitarse uniformándolas. Pero esto parece poco probable. Hoy día cuida su 'look' hasta el Papa, como demuestran esos vistosos zapatos rojos (de Prada nada menos) que luce el Pontífice. Parafraseando el título de la famosa película, podríamos decir que no solo el diablo, también Dios viste de Prada... Pero volviendo a los uniformes, el que ha sabido sacarle brillo al suyo es Guillermo de Inglaterra, el marido de Catalina. Claro, como no tiene una melena que cuidar, le cunde el tiempo hasta para el heroísmo. 'The Telegraph' ha desvelado que el príncipe pilotaba el helicóptero de la RAF que hace unos días rescató a una estudiante de 16 años cuando estaba a punto de ahogarse en Anglesey. Creo que Kate, su mujer, se enteró de ello en la peluquería.
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